Tulku Khentrul Lodro Rabsel (12 years old) with his Tutor Lhagyel (1996)

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Martine Franck (1938-2012) fue una fotógrafa belga (aunque pasó prácticamente toda su niñez en Estados Unidos, continuando su educación secundaria y universitaria en Inglaterra, España y Francia [1]), miembro de la Agencia Magnum (la quinta mujer en ser admitida al grupo) que se ha ganado un lugar en la historia de la fotografía por mérito propio.
Retrato por Henri Cartier-Bresson en 1972

Su interés por la fotografía comenzó en 1963, luego de un viaje a China, Japón e India. Al año siguiente inicia su trabajo como asistente en el laboratorio fotográfico de Time-LIFE en París para luego convertirse en fotógrafa independiente trabajando para revistas como LIFE, Fortune, Sports Illustrated, New York Times y Vogue. Luego de ser parte de la famosa (pero ya extinta) Agencia Vu, en 1972 se convirtió en cofundadora de la Agencia Viva, una agencia de fotografía documental con sentido humanitario*. Lamentablemente esta agencia cerró en 1979, pero su trabajo humanitario no terminó con este cierre. Algunos de sus trabajos más notorios los realizó fotografiando a ancianos desahuciados y otros sujetos que han sido marginados y excluidos de los lugares a los que pertenecen, tanto en Europa como afuera de ella. [1] Y es este último punto el que nos lleva a la fotografía destacada.

 

*Robert Doisneau en su momento dijo que Franck tenía una “mirada amigable”, un gran elogio de alguien cuya empatía, humor y compasión se ven reflejados en toda su obra. [2]

LA FOTOGRAFÍA

Su interés por gente excluida y desplazada la llevó a interesarse por los monjes budistas desplazados en Nepal e India. Su proyecto, iniciado en 1996, se enfocó específicamente en los tulkus (palabra que significa “cuerpo fantasma”), la reencarnación de lamas (palabra que significa “maestro”) tibetanos. A cada tulku se le asigna un tutor y se le prohíbe entrar en contacto con otros jóvenes de su edad. A todos los tulkus se les llama Rinpoche, un título que significa “el de gran valor”. [2]

 

Para este proyecto, viajó al monasterio de Sechen, en Bodnath (Nepal), donde fue recibida por la ex fotógrafa de Magnum Marilyn Silverstone, quien se había convertido al budismo y de hecho vivía en el monasterio y se encargaba, entre otras cosas, de cuidar a los monjes jóvenes. [3]

 

El día de su llegada, Franck conoció a Tulku Khentrul Lodro Rabsel. Tenía 12 años y había sido reconocido como tulku a los 5. De hecho, él mismo, a esa temprana edad, decidió que ya había vivido lo suficiente con sus padres y decidió que era tiempo de entrar en el monasterio (usualmente entran a la edad de 6).  Se encontraba estudiando en su habitación con su tutor Lhagyel cuando de pronto, “para mi deleite y el del joven tulku, una paloma se posó en la cabeza de su tutor. Por supuesto, todos nos echamos a reír. La situación duró sólo unos segundos, pero yo estaba en el lugar adecuado y en el momento adecuado, y que sabía que tenía mi objetivo de 35 mm en una de mis dos Leicas y cogí el adecuado. Sabía que había tomado una fotografía memorable, pero tuve que esperar tres semanas antes de volver a París y revelar mi película y mi hoja de contactos. Fue un gran alivio ver que la imagen no estaba borrosa y que la exposición era correcta. Desde entonces, la imagen se ha convertido en una de mis más populares. Cuando Josef Koudelka la vio, me dijo: “Martine, ha valido la pena que hayas hecho este trabajo.” [3] En otra entrevista, Franck recuerda que “Entramos a la habitación del pequeño monje para fotografiarlo mientras recitaba numerosos mantras. La paloma ya estaba en la habitación – estaban en todo el monasterio.” [4] Sobre ese preciso momento, también recuerda que el niño estaba teniendo dificultades recitando todos esos mantras que debía memorizar. Y comenta que ya llevaba casi una hora sentada en una esquina, simplemente observando. [5]

 

En cuanto al legado de la imagen, Franck ofreció varios comentarios: “En su momento fue algo instintivo, pero cuando lo veo ahora, simboliza un sentimiento de confianza, esperanza y humor entre dos generaciones.” [4] Es más, esta era una de sus fotografías favoritas. “No miro mis fotografías muy a menudo, pero esta imagen siempre me hace feliz. Fue un momento perfecto.” [5]

Porción de la hoja de contactos
Aprovechando que publico parte de la hoja de contactos de donde salió la fotografía, comparto lo que Franck pensaba acerca de ellas. Al igual que otros fotógrafos famosos (entre ellos Elliott Erwitt), ella tenía sus reservas con respecto a su publicación: “Tengo ciertas dudas sobre la publicación de mis hojas de contactos, pero al final me doy cuenta de que tengo curiosidad por ver cómo trabajan otros fotógrafos… Siento que… al publicar lo más íntimo, corro el riesgo de romper el hechizo, de destruir cierto misterio.” [3] En lo personal, me gusta ver el antes y el después de cómo surgen las buenas fotografías, así que para mí no se rompe hechizo alguno, ni se destruye el misterio.

LA CONEXIÓN HENRI CARTIER-BRESSON

Dejé esta breve parte de la biografía de último para dejar que su trabajo hablase por sí solo y a la vez para alejarla un poco de la sombra que Henri Cartier-Bresson arroja (sin quererlo) sobre ella, ya que fue su segunda esposa, y no deseaba que viéramos el trabajo de la esposa de Cartier-Bresson, sino el de la talentosa fotógrafa Martine Franck. Por cierto, la modelo de esta otra famosísima fotografía de Cartier-Bresson es la propia Franck.
Martine Franck, Paris (1967) por Henri Cartier-Bresson

Y regresando al tema de las hojas de contacto, Franck menciona que la primera frase que Cartier-Bresson utilizó para hablarle fue: “Martine, quiero llegar a ver tus hojas de contacto.” En la misma entrevista, Franck admite que Cartier-Bresson juzgaba a los fotógrafos viendo sus hojas de contacto boca abajo, ya que decía que viendo las fotografías así se podía ver su “construcción” y composición de una mejor manera. [6]

 

Fuentes

[1] Warren, L. (2006). Encyclopedia of twentieth-century photography. Nueva York: Routledge

 

[2] Magnum Photos. (s. f.) The Grace and Tenacity of Martine Franck. Magnum Photos. Recuperado de: https://www.magnumphotos.com/theory-and-practice/the-grace-and-tenacity-of-martine-franck/

 

[3] Lubben, K. (Ed.). (2014). Magnum Contact Sheets. Londres, Inglaterra: Thames & Hudson

 

[4] Clark, D. (2009). Photography in 100 words. Oxford, Inglaterra: Focal Press

 

[5] Benedictus, L. (2006, noviembre 30). Martine Franck’s best shot. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/artanddesign/2006/nov/30/photography

 

[6] Rose, C. (2010, abril 15). Henri Cartier-Bresson at the MoMA. Recuperado de: https://charlierose.com/videos/13414

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