Czechoslovakia, Prague, August (1968)

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Josef Koudelka (1938- ) es un fotógrafo checo miembro de la Agencia Magnum desde 1974. Ha sido galardonado con numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio Hasselblad en 1992. Aunque es de esos fotógrafos cuya obra no puede ser reducida a una sola fotografía, en esta oportunidad hablaré de la imagen de una ocupación soviética que lo dio a conocer internacionalmente.

LA INVASIÓN, EN BREVE

Los eventos geopolíticos que propiciaron la invasión que Koudelka fotografió resultan bastante prescientes para los acontecimientos actuales en Rusia y en Ucrania. El Pacto de Varsovia fue un acuerdo firmado por países del bloque del Este (Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y, por supuesto, la Unión Soviética) para contrarrestar la amenaza que la OTAN representaba para ellos. A pesar de ser un país firmante, Checoslovaquia pronto fue vista como una amenaza debido a las reformas (conocidas “socialismo con rostro humano”) que su líder Alexander Dubček impulsaba. A través de ellas, Dubček intentaba materializar una descentralización, democratización y apertura que propiciaban más libertad política, social y cultural. Pronto, la Unión Soviética manifestó su rechazo a estos cambios, y tras unas negociaciones fallidas, decidieron tomar acciones militares para detener estas reformas. La invasión estuvo a cargo de tropas mayormente soviéticas, iniciando la noche del 20 de agosto de 1968. El breve período de liberalización y esperanza que culminó con esta invasión (y que había iniciado en enero del mismo año) suele ser conocida como la Primavera de Praga.

TRAYECTORIA FOTOGRÁFICA

Aunque la fotografía destacada y otras de la invasión lo dieron a conocer por primera vez internacionalmente, para 1968 ya tenía bastante experiencia como fotógrafo. Tras conocer al poeta gitano Desider Banga a principios de los 60, decidió documentar la vida del pueblo gitano*, algo que realizó no solo en su país, sino también alrededor de Europa en años posteriores. Casi al mismo tiempo, ya había comenzado a fotografiar actuaciones teatrales para una revista. La primera obra que fotografió fue escrita por Bertolt Brecht, [1] a quien ya había mencionado brevemente en esta otra entrada.

*En otra entrevista, Koudelka menciona que como músico (tocaba el violín y la gaita) conoció a otros músicos gitanos y lo que le atrajo hacia ellos fue su música. Y la fotografía destacada fue tomada tan solo un día después de haber regresado de fotografiarlos en Romania. [2] 

Aunque hoy en día su trabajo lo podemos asociar con el fotoperiodismo y lo que se mostraba en revistas como LIFE, él jamás las había visto antes de 1968, [2] mostrando así su instinto natural para desenvolverse exitosamente en este género. Por otro lado, menciona a su trabajo y experiencia en el teatro como una de sus experiencias formativas más importantes. [1] 

LA FOTOGRAFÍA

La imagen tenía como propósito mostrar a tanques rusos en un ambiente desolado (la vista es de la Plaza de Wenceslao), demostrando que los checos resistirían pacíficamente y sin congregarse para manifestar, y de esa manera evitar que los invasores tuviesen una excusa para masacrarlos. [2] 

El fotógrafo (también de Magnum) Ian Berry era probablemente el único fotógrafo extranjero cubriendo la invasión. En una ocasión relata una anécdota en la cual seguramente se refiere al propio Koudelka: “El único fotógrafo que vi era un loco absoluto con un par de cámaras antiguas colgadas del cuello y una caja de cartón sobre los hombros, quien de manera casual se acercaba a los rusos, trepando sobre sus tanques y fotografiándolos abiertamente. Él tenía el apoyo de la multitud, que se movía y lo rodeaba cada vez que los rusos intentaban tomar su película. Sentí que este tipo era el hombre más valiente del mundo o el mayor lunático.” [3] 

Para sacar las fotografías de Checoslovaquia, Koudelka necesitó la ayuda varias personas. Algunas de sus fotografías las dejó a la historiadora Anna Fárová, quien las mostró al dramaturgo Václav Havel y a Eugene Ostroff, curador del departamento de fotografía del Smithsonian. Havel, quien había sido invitado a Estados Unidos por Arthur Miller, las llevaría en un viaje que finalmente no pudo realizar. Eventualmente las fotografías fueron recogidas por Ostroff, quien las mostró a su amigo Elliott Erwitt, el entonces presidente de Magnum. [2] 

Magnum comenzó a difundir sus fotografías sin crédito (para proteger su identidad). Pronto fue galardonado (anónimamente por supuesto) con la Medalla Robert Capa, noticia que se conoció en Praga y que lo puso en peligro, ya que no había muchos fotógrafos a quienes se les pudiese asignar su autoría. Para continuar protegiéndolo, Magnum gestionó su salida del país en 1970, oportunidad que aprovechó para solicitar asilo en Inglaterra. [2] 

Koudelka también comenta que esta fotografía estuvo a punto de perderse para siempre, incluso antes de ser revelada. “En mi fotografía de la mano con el reloj… Subí a lo alto de uno de los edificios y los soviéticos me vieron. Pensaron que era un francotirador y empezaron a perseguirme. Corrí por los pasillos hasta otro edificio, y por casualidad descubrí que un amigo vivía allí. Le dejé toda la película que había tomado ese día -unos veinte rollos-, por si los soviéticos me atrapaban al salir del edificio. Al día siguiente volví a por ellos, pero se los había entregado a alguien para que los llevara a Radio Europa Libre en Viena. Quería matarlo. Así que cuando las cosas se calmaron… me fui con este tipo a Viena. Quería recuperar mi película. La radio ya había enviado cinco rollos a su oficina de Múnich. Nos dijeron que no les interesaba el material. Me alegré de recibir el resto de los rollos y los llevé de regreso a Praga, pero nunca me devolvieron los otros cinco rollos.” [2] 

Aunque a primera vista se podría entender que la imagen muestra su propia mano (algo que el propio Henri Cartier-Bresson creía), Koudelka ha confirmado que se trata de la de una persona anónima a quien pidió permiso para fotografiar: “Le pedí que extendiera la mano para que viéramos que el lugar estaba vacío. ¡Luego me preguntó si él podía hacerme una foto de mi mano! [4] [5] 

FUENTES

[1] Warren, L. (2006). Encyclopedia of twentieth-century photography. Nueva York: Routledge

[2] Harris, M. (2018, agosto 20). Koudelka’s Prague, Fifty Years Later. Aperture. Recuperado de: https://aperture.org/editorial/josef-koudelka-68/

[3] Miller, R. (1997). Magnum. Fifty years at the Front Line of History. Nueva York, NY: Grove Press

[4] Kubišta, A. (2008, agosto 17). Josef Koudelka ou « l’œil absolu ». Radio Prague International. Recuperado de: https://francais.radio.cz/josef-koudelka-ou-loeil-absolu-8593102

[5] O’Hagan, S. (2008, agosto 24). 40 years on: the exile comes home to Prague. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/artanddesign/2008/aug/24/photography

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