Nan Goldin (1953- ) es una fotógrafa y activista estadounidense conocida por su trabajo a favor de ciertas minorías (miembros de la comunidad LGBT) pero también por el trabajo en el cual documenta sin tapujos su propia intimidad. En esta entrada conocemos la historia de una de sus fotografías más conocidas.
BREVE BIOGRAFÍA
Goldin ha tenido una vida trágica y peculiar que ha tenido muchísima influencia en su obra. A los 11 años, su hermana se suicida, período durante el cual “…fui seducida por un hombre mayor. Durante este período de gran dolor y pérdida, estaba simultáneamente despertando a una intensa excitación sexual. A pesar de la culpa que sufría, estaba obsesionada por mi deseo.” [1] Con apenas 13 o 14 años escapa de casa, viviendo en casas de acogida, y uno o dos años más tarde se convierte en la fotógrafa de la escuela a la que asistía. A los 18 años comienza a vivir con un treintañero que la introduce al mundo de los transformistas. Pronto comienza a vivir con ellos, y es durante esta época donde comienza a tomar a la fotografía más en serio. Hasta ese momento, sus referencias fotográficas estaban en la fotografía de moda (Guy Bourdin y Helmut Newton), pero pronto fue introducida al trabajo de Larry Clark, Diane Arbus, Weegee y August Sander, cuya influencia se nota a leguas. [2]
THE BALLAD OF SEXUAL DEPENDENCY
La fotografía destacada de la entrada es parte de una colección de más de 700 fotografías que tomó durante las décadas de los 70 y 80 intitulada “The Ballad of Sexual Dependency”. El nombre está inspirado de “Die Dreigroschenoper” o “La ópera de los tres centavos” de Bertolt Brecht, con música del compositor Kurt Weill*. En este trabajo, Goldin nos presenta un diario fotográfico extremadamente íntimo de su vida en esos años. En él también nos deja explorar no solo el mundo de los transformistas, sino también el de prostitutas (que incluían a los mismos transformistas) y de drogadictos (ella misma ya estaba enganchada en las drogas desde su adolescencia).**
*Como punto aparte, es en esta ópera donde aparece por primera vez la balada “Mack the knife”, la principal inspiración de la canción que los hispanohablantes conocemos como “Pedro navaja” de Rubén Blades y Willie Colón (sorpresa, ¿no?).
**Tres años después de la publicación de su obra en formato de libro en 1986, Goldin fue a una clínica de rehabilitación. [1] La obra ha evolucionado a lo largo de los años, y ha ido agregando y eliminando fotografías, incluyendo en estas últimas algunas relacionadas con las drogas.
Esta obra se caracteriza por la crudeza y honestidad con las cuales se presenta a ella misma y a sus sujetos, además de demostrarles respeto (”…[pregunto] a la gente si puedo utilizar su foto cuando publico un libro. En realidad, se trata de respeto. Al final, lo único que te queda es tu integridad, ¿no?”) [3] y hasta reverencia. Y al contrario de Arbus, ella era parte integral de ese círculo que estaba documentando: “Ellas eran las personas con las cuales vivía, eran mis amigos, mi familia, esa era yo. Fotografiaba a gente bailando mientras yo bailaba. O teniendo sexo mientras yo tenía sexo. O bebiendo mientras yo bebía. No había separación entre lo que fotografiaba y yo.” [2]
Aunque muchos conciben a “The Ballad of Sexual Dependency” como un libro, es en realidad una experiencia multimedia. La presentación original (presentada al público en general por primera vez en la Bienal de Whitney de 1985 luego de haber sido mostrada numerosas veces, pero únicamente a amigos y gente cercana) consiste en una presentación de diapositivas (alrededor de 700) mostradas con música de fondo a lo largo de 45 minutos (incluyendo artistas como Velvet Underground, James Brown, Nina Simone y Charles Aznavour); [3] una especie de película muda. La música de hecho es tan importante que da contexto a las imágenes no solo por la melodía, sino por las letras de las canciones. [2]
LA FOTOGRAFÍA
Conociendo más acerca de Goldin, ya podemos intuir que esta es una fotografía “de verdad”, un momento real y no posado o creado. El poder, pero también la ambigüedad de la imagen, la hacen digna de la portada del libro. La mujer es la propia Goldin, y el hombre es Brian***, su pareja en ese momento. Se conocieron mientras ella trabajaba de mesera en un bar. Brian era un ex marine, y su primera cita culminó con Goldin pidiéndole que le consiguiera heroína en Harlem. De hecho, describe su relación con él como “…un gran romance que era una especie de trío entre él, las drogas y yo.” [4]
***Otra de las fotografías más icónicas de la obra de Goldin es aquella donde aparece con los ojos morados. Su agresor fue el mismo Brian, y casi pierde un ojo durante el ataque. [1]
Fuentes
[1] Als, H. (2016, junio 27). Nan Goldin’s Life in Progress. The New Yorker. Recuperado de: https://www.newyorker.com/magazine/2016/07/04/nan-goldins-the-ballad-of-sexual-dependency
[2] Westphal, S. y Goldin, N. (1991). The Ballad of Nan Goldin. BOMB. 37:27-31
[3] O’Hagan, S. (2014, marzo 23). Nan Goldin: ‘I wanted to get high from a really early age’. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/artanddesign/2014/mar/23/nan-goldin-photographer-wanted-get-high-early-age
[4] Garratt, S. (2002, enero 6). The dark room. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/theobserver/2002/jan/06/features.magazine27
[5] Aletti, V. (2014, mayo 12). Nan Goldin and Vince Aletti on the process of the picture. Document. Recuperado de: https://www.documentjournal.com/2014/05/nan-goldin-and-vince-aletti-on-the-process-of-the-picture/