Julia Margaret Cameron (Parte 2) 

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En la entrada anterior conocimos un poco acerca de la vida y trabajo de Julia Margaret Cameron. En esta segunda parte, conoceremos acerca de los vínculos que Cameron tuvo con la literatura y, específicamente, con Lewis Carroll.

WOOLF, LA SOBRINA NIETA FAMOSA

Una conexión que existe entre Cameron y la literatura se da con la traducción que publicó de “Leonore” (1773) de Gottfried August Bürger, un poema publicado en 1876 [1] y su autobiografía incompleta que se publicó de manera póstuma. Otra conexión (más notoria) es a través de su relación con Virginia Woolf, su sobrina nieta. Es más, una fotografía que tomó de su madre (Julia Jackson) era su favorita, o al menos así lo expresa en el título de uno de sus retratos. Y considerando que le tomó más de cincuenta retratos, era seguramente su sobrina favorita.

My Favorite Picture of All My Works. My Niece Julia, April 1867
La fama y talento de Cameron, junto al hecho de que era su pariente cercana, nos haría pensar que Woolf tendría una opinión positiva de su tía abuela (a quien no pudo conocer en vida). No obstante, por alguna razón siempre se expresó en términos pocos positivos acerca de ella. En sus historias “The Searchlight” y “Freshwater”, modela a sus personajes en torno a datos biográficos de Cameron, pero bañados en sarcasmo y hasta desdén. [2] De una manera más directa, Woolf escribe acerca de Cameron en “Victorian Photographs of Famous Men and Fair Women”, un libro conteniendo retratos de gente notable.
Retrato de Alfred Tennyson (1865)
Su ensayo (implacable y mordaz) inicia detallando los detalles alrededor de la muerte del padre de Cameron, conocido como “el más grande mentiroso de India”. Luego afirma que Cameron era conocida por un comportamiento pintoresco y una aversión por “… las convenciones frías y formales de la sociedad inglesa.” Luego afirma que Cameron no era tan bella como sus hermanas, y que en vez de belleza física, poseía talento. Describe su personalidad como extremadamente generosa, pero a la vez detalla algunas de sus excentricidades. La describe como una persona “despótica”, “cáustica” y con una “lengua cándida”. Comenta una anécdota en la cual gritaba “¡Cobarde! ¡Cobarde!” a Tennyson, obligándole a vacunarse. Con respecto a sus incursiones en la literatura, menciona la traducción que realizó y una novela que estaba escribiendo, juzgando que “… es fácil entender por qué Sir Henry Taylor esperaba leer su novela con pavor.” Sobre el mismo tema, dice que, con la fotografía, Cameron encontró una salida para “… las energías que había disipado en poesía y ficción…”. Aunque su ensayo finaliza con más suavidad, es difícil comprender el por qué del tono comparado con el otro que aparece en el mismo libro (escrito por el crítico Roger Fry), el cual destaca las habilidades, talento e influencia que Cameron tuvo en la fotografía. [3]

LA CONEXIÓN CARROLL

Esta entrada viene a ser una especie de secuela de la entrada sobre Lewis Carroll debido a ciertas coincidencias y puntos en común. En primer lugar, se sabe que uno de los primeros contactos que Cameron tuvo con la fotografía fue a través de Reginald Southey, el mismo que influenció y motivó a Lewis Carroll a fotografiar. [1] En segundo lugar, también mencioné en la entrada anterior que Carroll y Cameron se conocieron, con un Carroll nada impresionado con su trabajo. En tercer lugar, ambos retrataron a Alfred Tennyson y también a Alice Liddell, aunque Cameron lo hizo cuando Alice ya era adulta.
Pomona (1872) La modelo es Alice Liddell, de 20 años

Finalmente, en la entrada sobre Carroll también mencioné la polémica en torno a su preferencia no solo por modelos jóvenes (niñas esencialmente), sino también por retratarlos sin ropa. Por esto fue muy criticado en su época y hoy en día. No obstante, Cameron también realizó varias fotografías de niñas con y sin ropa, algo por lo cual no es tan criticada. Incluso existen un par de fotografías de dos niñas (hermanitas por cierto) casi sin ropa besándose en la boca. En una línea similar, la misma Cameron dijo en una ocasión que “… las mujeres de entre dieciocho y setenta años nunca deben ser fotografiadas” [1], un sentimiento que el propio Carroll seguramente compartía (algo que podemos suponer con tan solo ver su obra fotográfica completa).

 

Fuentes

[1] Cox, J. y Ford, C. (2003). Julia Margaret Cameron. The Complete Photographs. Los Ángeles, CA: Getty Publications

 

[2] Dell, M. (2022). Virginia Woolf’s influential forebears. Basingstoke, Inglaterra: Palgrave Macmillan

 

[3] Cameron, J. (1926). Victorian Photographs of Famous Men & Fair Women. Nueva York, NY. (https://digital.library.unt.edu/ark:/67531/metadc799641/: accesado el 31 de marzo de 2023). University of North Texas Libraries, UNT Digital Library, https://digital.library.unt.edu

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