Émile Zola, fotógrafo

Tiempo de lectura: 5 minutos

Émile Zola (1840-1902) fue uno de los escritores más reconocidos y admirados de la segunda mitad del siglo XIX*. Hacia el final de su vida, descubrió la fotografía, un arte que practicó con mucha pasión. Es principalmente sobre esta faceta (casi desconocida) que hablaré en la entrada de hoy.

*Es más, está enterrado en el Panteón de París junto a Victor Hugo y Alejandro Dumas padre.

Autorretrato en cianotipo (ca. 1900)

¿POR QUÉ ES FAMOSO?

Los amantes de la literatura reconocerán inmediatamente a Zola como un novelista y periodista. Su obra es bastante extensa, y su calidad le valió la nominación al Premio Nobel de Literatura en 1901 y 1902 (el premio no se otorga de manera póstuma). Sin embargo, el público en general reconocerá su nombre a partir de la sumamente influyente carta abierta publicada el 13 de enero de 1898 en el periódico “L’Aurore” con el título “J’accuse…!”. La carta estaba dirigida hacia el presidente francés Félix Faure en referencia al caso Dreyfus (que será brevemente explicado más adelante). Su involucramiento en este caso tuvo graves consecuencias en su vida.

Alexandrine (año desconocido)

ZOLA Y LA FOTOGRAFÍA

Se sabe que la “historia de amor” entre Zola y la fotografía inicia en 1888 durante unas vacaciones** en las cuales su amigo Victor Billaud (un escritor, editor y periodista) lo introduce al arte. Existen muchas pruebas de que su interés fue más allá que el de un simple aficionado, ya que era muy exigente con su trabajo. En una carta enviada a un amigo explica que “[Las impresiones que te he enviado] son mediocres… y te daré otras mejores. Aquí sólo tengo papel muy viejo, y mi nuevo cuarto oscuro, con el que no estoy familiarizado, me juega malas pasadas. La ampliadora que tengo en París es mucho más fiable, y si deseas nuevas ampliaciones, sería mejor esperar mi regreso.” [1] Su hija también fue testigo de la excelencia que buscaba con la fotografía: “Mi padre fotografiaba con la misma pasión que ponía en todo.” [2] 

**Hablando de amor, es durante estas mismas vacaciones que conoce a Jeanne, su amante.

Jeanne (año desconocido)

Existen otras pruebas de la seriedad y pasión con las cuales Zola se volcó ante la fotografía. Se sabe que poseyó no menos de 10 cámaras (incluyendo una panorámica Kodak de 9 cms. x 30 cms. y otra de gran formato de 30 cms. x 40 cms.). Como podemos deducir a partir de la carta que cité en el párrafo anterior, construyó varios cuartos oscuros (tres para ser exactos, uno para cada una de sus residencias). Obviamente esto significa que era él mismo quien revelaba y ampliaba sus fotografías. [1]

Tras su muerte dejó unos 7,000 negativos [3], de los cuales 2,000 son accesibles a través de este vínculo.

Bodegón (año desconocido)

EVENTOS BIOGRÁFICOS CLAVE

Existen varios datos biográficos que, directa o indirectamente, tienen relación con el Zola fotógrafo. Uno de ellos es su segundo viaje a Italia***. Es a partir de las fotografías que tomó allí que sabemos que 1894 fue el año en el que comienza a fotografiar seriamente.

***Su padre era de hecho italiano.

Roma (1894)

Otro dato importante es su matrimonio con Alexandrine, el cual no produjo descendientes. En 1888 inicia un romance con Jeanne Rozerot (la costurera de Alexandrine), con quien tendría 2 hijos: Denise (nacida en 1889) y Jacques (nacido en 1891). [1] Un padre devoto y amoroso, sus hijos eran uno de sus sujetos favoritos para fotografiar.

Denise y Jacques (ca. 1900)

Uno de los datos biográficos más conocidos acerca de Zola fue su involucramiento en el caso Dreyfus. En breve, Alfred Dreyfus, oficial del Estado Mayor francés (judío, un dato que también es relevante), fue injustamente acusado de entregar documentos secretos a los alemanes en 1894. Luego de un juicio militar, fue condenado a cadena perpetua y enviado a la Isla del Diablo en Guyana Francesa, donde pasó 5 años en condiciones difíciles. Dos años más tarde, el jefe del servicio de contraespionaje Georges Picquart descubre que el verdadero culpable era Ferdinand Walsin Esterhazy. Luego de otro juicio militar que duró dos días, Esterhazy fue absuelto. El ejército presentó cargos adicionales contra Dreyfus utilizando documentos falsificados. Esto provocó la ira e indignación de quienes abogaban por la inocencia de Dreyfus, incluyendo a Zola, quien publicó su famosa “J’accuse…!”, causando reacciones fuertes de ambos bandos, incluyendo disturbios con tintes antisemitas en numerosas ciudades francesas. No obstante, la carta, y la presión que generó, lograron que el Tribunal Supremo reabriera el caso y anulara la sentencia original. En 1899, Dreyfus regresa a Francia, donde enfrenta un nuevo juicio donde es declarado culpable una segunda vez y condenado a 10 años de trabajos forzados. No obstante, la condena fue conmutada y Dreyfus acepta un indulto del presidente. En 1906 su inocencia fue reconocida oficialmente. Dreyfus fue reintegrado al ejército e incluso participó en la Primera Guerra Mundial. Finalmente falleció en 1935.

El involucramiento de Zola en este caso tuvo consecuencias graves en su vida. En primer lugar, la carta motivó a sus detractores a amenazarlo y difamarlo. En segundo lugar, su participación provocó su remoción de la Legión de Honor. En tercer lugar, fue enjuiciado por difamación y condenado a prisión, lo cual lo obligó a exiliarse en Inglaterra durante casi un año. Finalmente, existe evidencia de que su muerte fue en realidad un homicidio orquestado por fanáticos anti-Dreyfus.

El Crystal Palace de Londres (1898-1899)

EXILIO

Tras varios recursos legales fallidos, Zola es convencido por sus amigos de abandonar Francia, y el 18 de julio de 1898 parte solo hacia Inglaterra. Entre agosto y octubre recibe la visita de Jeanne y sus hijos y entre octubre y diciembre recibe a Alexandrine. El resto del tiempo lo pasa triste y solitario: “Aquí estoy en un desierto. No veo a nadie, mi vida continúa sin una distracción, sin un acontecimiento. Trabajo, eso es todo.” El exilio llega a su fin dos días después de la anulación unánime de la condena a Dreyfus el 3 de junio de 1899. [1] 

París (año desconocido)

Sin la presión del caso Dreyfus, Zola continúa escribiendo, pero sobre todo fotografiando. En esta última etapa de su vida documenta París y, de manera muy entusiasta, la Exposición Universal de 1900. Luego, en 1902, Zola muere por envenenamiento por monóxido de carbono. Inicialmente se pensaba que había sido un desafortunado accidente. No obstante, hay pruebas de que se trató en realidad de un asesinato, el cual se dio cuando alguien tapó su chimenea durante la noche. [4] 

Vista desde la torre Eiffel durante la Exposición Universal (1900)

Inicialmente Zola había sido enterrado en el cementerio de Montmartre, pero 6 años más tarde, sus restos fueron trasladados al Panteón de París. Curiosamente, durante la ceremonia se dio un intento de asesinato contra el propio Dreyfus, quien únicamente salió herido de un brazo y un hombro. Sorpresivamente, el autor del atentado fue absuelto por un jurado luego de un juicio. [4] 

Fuentes

[1] Zola, É., Massin. (1987). Zola photographe. Musée-Galerie de la Seita

[2] Le Blond-Zola, D. (1931). Émile Zola raconté par sa fille. París, Francia: Fasquelle Éditeurs

[3] Roussel, F. (2017, diciembre 3). Emile Zola, photographe passionné et prolixe. Libération. Recuperado de: https://www.liberation.fr/livres/2017/12/03/emile-zola-photographe-passionne-et-prolixe_1613800/

[4] Pages, A. (2019). L’Affaire Dreyfus. Vérites et légendes. París, Francia: Perrin

Deje un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *