En la entrada anterior, presenté el trabajo de John Baldessari. Durante mi etapa temprana de conocer a la fotografía como un medio artístico y no puramente técnico y estético pensé que él era un fotógrafo, y al conocer más acerca de su obra, me sorprendí al conocer que en realidad es un artista conceptual que ocasionalmente emplea a la fotografía como medio de expresión. Me llevé una sorpresa similar (probablemente mayor) al indagar más profundamente en el arte del artista que presento en la entrada de hoy, y razón por la cual estas dos entradas se publican una tras la otra.
Ed Ruscha (1937- ) es un artista estadounidense polifacético, que realiza arte a través de la pintura, dibujo, filme y obviamente la fotografía (entre otros). Al igual que Baldessari, podríamos catalogarlo como un artista conceptual, ya que su obra va mucho más allá de lo estético*. Lo curioso es que su primer trabajo publicado fue puramente fotográfico, y con el tiempo fue siendo considerado sumamente influyente en el arte y en la fotografía. La notoriedad de esta obra es la razón por la cual yo (y seguramente muchos otros) identificaban a Ruscha como fotógrafo y nada más.
*Su obra también puede describirse dentro la estética “deadpan” y el arte pop, y además despliega humor e ironía.
EL LIBRO
La obra en cuestión, que muchos de ustedes conocerán, es “Twentysix Gasoline Stations 1962” (1963). La idea (y el nombre) no nació a partir de las fotografías, sino todo lo contrario. Ruscha comenta que le gusta la palabra “gasolina” y la “calidad específica” de “twenty-six”. Incluso la tipografía fue pensada y diseñada mucho antes de tomar las fotografías. [1]
Otra motivación detrás del proyecto fue una especie de juego en el cual asumía el rol de un reportero: “Tuve la visión de que estaba siendo un gran reportero… Conducía de vuelta a Oklahoma todo el tiempo, cinco o seis veces al año. Y sentí que había tanto terreno baldío entre Los Ángeles y la Ciudad de Oklahoma que alguien tenía que llevar las noticias a la ciudad… No quería ser alegórico ni místico ni nada por el estilo. No es más que un manual de formación para la gente que quiere saber cosas así.” [1]
El libro documenta sus viajes a lo largo de la famosa Ruta 66 desde California hasta Oklahoma (su estado natal, visitando a su familia), pasando por Arizona, Nuevo México y Texas. El orden de las imágenes sigue el viaje de Este a Oeste. En total tomó 50 fotografías, las cuales obviamente redujo a 26.
Debido a la manera en que realizó su trabajo, el libro ha sido comparado con el de Walker Evans (“American Photographs”; 1938) y, obviamente, el de Robert Frank (“The Americans”; 1958). Ruscha niega que hayan tenido influencia en el libro. [1] [2]
RECEPCIÓN
Considerando el estatus que el libro posee hoy en día, es interesante saber que, al inicio, la recepción por parte de críticos y algunos artistas fue sumamente negativa. El crítico de arte Philip Leider escribió que “Puede que sea injusto escribir una reseña de un libro que… está tan condenado al olvido que existe una especie de obligación de documentar su existencia”, agregando: “Las fotografías no son profesionales – muchas de ellas ni siquiera son buenas.” [3] El gran fotógrafo Jeff Wall (quien además es un prolífico escritor/ensayista/crítico) fue un poco más cruel, al escribir: “Sólo un idiota sacaría fotos de gasolineras, y la existencia de un libro con esas fotografías es una especie de prueba de que la ciudad está llena de este tipo de gente.”** [4]
**Este ensayo fue publicado en 1995. Reflexionando acerca de su pasado y las influencias que otros artistas tuvieron en él, en el 2003 ofrece una opinión más positiva de Ruscha: “Reaccionaba indirectamente a esa fotografía clásica y me gustaban los mismos fotógrafos que me gustan ahora: Evans, Atget, Frank y Weegee. Pero me interesaba más inmediatamente la obra de Robert Smithson, Ed Ruscha y Dan Graham, porque veía que su fotografía surgía de una confrontación con los cánones de la tradición documental, una confrontación que sugería algunas nuevas direcciones.” [5]
Esta no fue la primera y última vez que Ruscha exploró este concepto. Más adelante publicó otros libros de fotografía intitulados “Every Building on the Sunset Strip” (1966) publicado en forma de acordeón, “Thirtyfour Parking Lots” (1967) con fotografías tomadas por un fotógrafo profesional desde un helicóptero, “Nine Swimming Pools” (1968), su único libro con fotografías a color y “Real Estate Opportunities” (1970), con fotografías que aparentemente tomó en una sola tarde***. [1]
***Esta lista no incluye todos los libros fotográficos que ha publicado.
CLASIFICACIÓN
El crítico Douglas Crimp realizó un comentario bastante interesante acerca de este libro. Recuenta que, preparándose para realizar un documental acerca de la historia del transporte, buscaba fotografías para usarlas como ilustración en una biblioteca pública, y encontró el libro de Ruscha en la sección acerca de autos, autopistas y temas relacionados. Esta anécdota la utiliza como ejemplo de cómo, al ser tan fácilmente reconocido como algo que no es, el libro “muestra su radicalismo con respecto a los modos de pensamiento ya establecidos”, una marca del posmodernismo. [6] Otro crítico (Kevin Hatch) hace eco de esto: “No es exactamente pintura pop en forma de libro, no es exactamente un excéntrico proyecto documental, ni una mera parada en el camino hacia el conceptualismo, los curiosos libros de Ruscha… son cada vez más difíciles de clasificar.” [2]
RELACIÓN CON LA FOTOGRAFÍA
No es de extrañarse que Ruscha no se considera fotógrafo, y de hecho considera a la fotografía como un juego. Es más, en una ocasión comentó que la fotografía como arte está muerta, y que solo tiene lugar en el mundo comercial, técnico o informativo. Por esto mismo, no considera al libro como una colección de fotografías artísticas, sino como información técnica al igual que la fotografía industrial****. [1]
****Es curioso mencionar que en una exposición mostró impresiones de unas de sus fotografías del libro, [2] así que se podría argumentar que su obra ha pasado (aunque sea una vez) al terreno de lo meramente artístico.
LEGADO
Como ya mencioné al inicio, el libro se ha vuelto importante en la historia de la fotografía, siendo considerado por muchos como uno de los fotolibros más importantes e influyentes en la historia del medio. Numerosos fotógrafos han sido influidos e inspirados por él, y muchos han realizado homenajes referenciando al título e incluso al tema en sí.
En otra muestra de su importancia e influencia, podemos mencionar que en 1975, el libro fue citado en la exposición “New Photographics”, donde participaron Lewis Baltz, Nicholas Nixon y Stephen Shore entre otros. Esta muestra, a su vez, es también considerada como un momento muy importante en la historia de la fotografía del siglo XX.
Fuentes
[1] Ruscha, E. (2002). Leave any information at the signal. Londres, Inglaterra: MIT Press
[2] Di Bello, P., Wilson, C., y Zamir, S. (Eds.) (2020). The photobook. Londres, Inglaterra: Routledge
[3] Leider, P. (1963, Agosto 31). Edward Ruscha’s Twenty-Six Gasoline Stations. Artforum. Recuperado de: https://www.artforum.com/columns/edward-ruschas-twenty-six-gasoline-stations-215580/
[4] Wall, J. (2007). Wall, Jeff: Selected essays and interviews. Nueva York, NY: Museum of Modern Art
[5] Wall, J. (2003, agosto 31). Frames of reference. Artforum. Recuperado de: https://www.artforum.com/features/frames-of-reference-167342/
[6] Bolton, R. (Ed.). (1990). The contest of meaning. Londres, Inglaterra: MIT Press