WESTON EN MÉXICO
México fue un lugar importante en su evolución artística. En 1921, conoce a Tina Modotti, y a través de ella conoce a Roubai “Robo” de l’Abrie Richey (su pareja), quien viaja a México en 1922, y donde organiza una exposición de artistas estadounidenses. No obstante, “Robo” fallece antes de que la exposición se pudiese presentar y Modotti decide organizar una exposición individual con el trabajo de Weston, la cual recibe respuestas y críticas abrumadoramente positivas. Un año más tarde, Weston regresa a México con su hijo Chandler y con Modotti (quien también era su amante), donde viven hasta 1926. Durante estos años, Weston entabla lazos y amistades cercanas con los artistas mexicanos de vanguardia, incluyendo a Diego Rivera e, inevitablemente, a Frida Kahlo entre otros. Además, es acá donde Modotti (inicialmente actriz y modelo) se vuelve fotógrafa bajo la instrucción y tutela de Weston. En 1923, se presenta otra exposición individual que también obtuvo una respuesta positiva del público y la crítica. [1] Weston recuerda: “He hecho lo que esperaba hacer, crear una sensación en Ciudad de México”. Y agrega: “Nunca antes había tenido un aprecio tan intenso y comprensivo”. Seguidamente explica cómo la intensidad y manera emocional en que los “Latinos” le expresan esa apreciación lo hacen sentir muy bien, contrastando esos sentimientos con la frustración de que “… sé que pocas [de mis obras] me satisfacen, y muy poco de lo que hay dentro de mí se ha liberado”. [2] Es decir, lo mejor estaba por venir. Este viaje a México también influenció fuertemente su estilo fotográfico, acercándole más a la filosofía que lo guiaría a él y al famoso Grupo f/64*, del cual fue miembro fundador. Su fotografía de un retrete, también muy famosa, la tomó durante su estancia en México y podría considerarse en cierta manera como la predecesora de la fotografía de esta entrada (por su preocupación por la forma).*La filosofía purista de este grupo, cuyos miembros incluían a Imogen Cunningham y a Ansel Adams, proponía una fotografía directa, pura, sin retoques, en la cual la imagen era previsualizada antes de ser tomada. El nombre viene de la apertura que, en una cámara de formato grande, ofrece nitidez y mucha profundidad de campo.
LOS PIMIENTOS
Sus diarios describen sus experimentos fotográficos, incluyendo todos los pimientos verdes que fotografió a partir de 1927. En algunas entradas describe con pasión y hasta con humor los detalles de sus experiencias con los vegetales: “Ayer, unos pimientos verdes me detuvieron en el mercado: eran sorprendentes en todo el sentido de la palabra, – compré tres. Pero una tragedia sucedió. ¡Brett [uno de sus hijos] se comió a dos de ellos!” Durante los años siguientes continuó escribiendo acerca de sus fotografías de vegetales (incluyendo berenjenas, calabazas, cebollas, rábanos y repollos), documentando sus satisfacciones y frustraciones. [2]
Antes de fotografiar al famoso pimiento, Weston escribió que valía el tiempo, dinero y esfuerzo enfocados en él y en los otros. También expresó sus ideas con respecto a comerse a sus sujetos: “Pero me gusta la idea de que se conviertan en parte de mí, que enriquezcan mi sangre, así como mi visión.” [2]
LA FOTOGRAFÍA
Es posible que el pimiento de la fotografía le haya llegado el 29 de julio. En su diario de ese día menciona con emoción a un “… glorioso pimiento!” que su asistente y amante Sonya Noskowiak le regaló. En su entrada del 1 de agosto lo menciona de nuevo, comentando que “El nuevo y glorioso pimiento que Sonya me trajo me ha tenido emocionado toda la semana y me ha hecho exponer ocho negativos: -¡todavía no estoy satisfecho!” En su entrada del 3 de agosto**, describe con bastante detalle cómo tomó la famosa fotografía. Indica que usó un lente Zeiss 21 cms. para llenar el encuadre de su 8” x 10” con el pimiento, el cual colocó dentro de un embudo de hojalata. Pensaba que ya había tomado las fotografías que podía tomar del pimiento, pero algo le impedía deshacerse de él. No obstante, lo utilizó una última vez, haciendo una exposición de seis minutos***. [2]
**Por cierto, tres días más tarde recibió la visita del escritor guatemalteco José Rodríguez Cerna, quien le dejó unos regalos: más pimientos.
***Por alguna razón, algunas fuentes más o menos confiables (sus hijos [3], su bisnieto [4] y un libro acerca del grupo f/64 [5]) reportan un tiempo de exposición de cuatro horas y media, ignorando lo que el propio Weston escribió literalmente horas después de tomar la fotografía.
Weston reconoció enseguida la calidad y la importancia de esta fotografía. El 8 de agosto escribe que “… veintiocho años de esfuerzo… han ido en la fabricación de este pimiento, que considero como un logro máximo.” Y agrega que el pimiento “… ofrece una revelación mística” y que “es más que un pimiento: un abstracto, completamente fuera de materia. No posee atributos psicológicos ni emociones humanas: este nuevo pimiento nos lleva más allá del mundo que conocemos en nuestra mente consciente.” En pocas palabras, Weston estaba en contra de que al pimiento se le encontraran similitudes con objetos o conceptos que no fueran el pimiento en sí. El mismo Rodríguez Cerna escribió un artículo apoyando esta noción, comparando su trabajo con el del artista japonés Katsushika Hokusai, diciendo que para ambos “…la cosa física es inmensamente significativa. Superficialmente, esto los volvería realistas contundentes, pero el siguiente pensamiento nos lleva a pensar irresistiblemente que esta misma preocupación por la forma como definición fundamental los convierte a ambos en místicos absolutos.” [2] [6] Weston leyó esto y apreció muchísimo que alguien más haya articulado esas ideas por él.
Otros datos:
-La primera impresión de la fotografía fue regalada a Sonya, a quien Weston acredita como la descubridora del pimiento. [5]
-Por otro lado, el mismo Ansel Adams escribió acerca de la fotografía, pero expresando puntos con los cuales Weston no estuvo de acuerdo. A pesar de esta discrepancia, se volvieron amigos y, como ya lo mencioné, fundaron el Grupo f/64. [2] [7]
-Por cierto, Brett asegura haberse comido el famoso pimiento (aunque posiblemente lo dijo más en broma que en serio). [3]
Fuentes
[1] Warren, L. (2006). Encyclopedia of twentieth-century photography. Nueva York: Routledge
[2] Weston, E. (1995). The daybooks of Edward Weston. Nueva York, NY: Aperture
[3] Weston, E., y Weston, C. (2000). Laughing Eyes: A book of letters between Edward and Cole Weston, 1923-1946. Carmel, CA: Carmel Publishing Company
[4] Silber, M. (2017, agosto 10). Secrets of Edward Weston’s Photography. Video. [YouTube]. http://www.youtube.com/watch?v=bUAKoiRhLR8
[5] Alinder, M. (2014). Group f.64: Edward Weston, Ansel Adams, Imogen Cunningham, and the community of artists who revolutionized American photography. Nueva York, NY: Bloomsbury Publishing
[6] Conger, A., y Newhall, B. (Eds.). (1985). Edward Weston omnibus. Layton, UT: Gibbs M. Smith
[7] Alinder, M. & Stillman, A. G. (Eds.). (1988). Ansel Adams’ Letters and Images, 1916-1984. Nueva York, NY: Bulfinch Press