Roy DeCarava (1919-2009) fue un fotógrafo estadounidense muy conocido por sus fotografías de la vida cotidiana en Harlem, Nueva York y de músicos de jazz. Además de esta faceta artística, trabajó para una gran variedad de revistas como Fortune, Newsweek, Scientific American y Sports Illustrated. Su trabajo forma parte de varios de los museos más importantes de Estados Unidos, y es reconocido como una de las figuras más importantes de la fotografía estadounidense.
ESTILO
DeCarava es a veces conocido y reconocido por sus fotografías oscuras (literalmente). Su esposa* comenta: “Roy es un artista conocido por la oscuridad de sus impresiones. Pero es la profunda comprensión de la naturaleza de la luz lo que da calidad a sus fotografías.” Con respecto a esto mismo, el propio DeCarava dijo: “Creo que la fotografía no se trata de blancos y negros, se trata de grises.” [1] Esto lo podemos apreciar en una de sus fotografías más evocadoras y hasta inquietantes:
*Sherry Turner DeCarava es también una reconocidísima historiadora de arte y curadora.
DeCarava consideraba a esta como una de sus fotografías más importantes. “’Hallway’ es autobiográfico en el sentido de que, de niño, crecí en un bloque de viviendas de alquiler, cuando no sabía lo que era un bloque de viviendas de alquiler.” En una ocasión, vio a un niño en un pasillo similar con una expresión de miedo y dolor, maltratado y abandonado. DeCarava, quien se inició como pintor, intentó captar esta escena y esos sentimientos dibujando y pintando, pero no lo logró. Ya como fotógrafo, vio este pasillo en particular, el cual le recordó de nuevo su infancia y también al pobre niño. Comenta: “Me di cuenta de que no tenía que haber nadie en él, que era el pasillo. No llevaba la cámara encima, así que fui a casa y cogí mi cámara y un trípode porque estaba decidido a fotografiar ese pasillo. El trípode era necesario porque la oscuridad era insoportable y había que hacer una exposición prolongada. Era tarde, sobre las dos de la madrugada, y la gente no subía ni bajaba las escaleras. Así que no había interrupciones. Lo fotografié de todas las formas que pude, y creo que tomé más de 36 exposiciones de ese pasillo. Solo hubo una que me gusto, que es de la que estamos hablando. Ese fue un punto de inflexión en mi comprensión de lo que podía ser la fotografía, porque de todas las fotos que he hecho, esa es fundamental… Siempre tengo esa foto en mi cabeza, en mi corazón.” [2]
En cuanto a por qué esta imagen es tan importante, una vez dijo que “…a primera vista, es un pasillo, pero es más que eso por sus profundas ambigüedades y contradicciones: bello y sórdido a la vez, cálido y aterrador, luminoso y oscuro, real e irreal… Todo el mundo se identifica con ella. Han respondido a ella personas desde las más sofisticadas y las menos sofisticadas, hasta letradas y analfabetas, cultas y desaprendidas. Una vez un hombre, un personaje callejero si se quiere, al verlo en una exposición, lo miró fijamente. Se acercó y dijo: ‘¿Un pasillo? ¿Una bombilla? Um, um umph’. Fue el mayor cumplido que podría haber recibido. [Risas] Este intercambio entre un hombre y sí mismo y una fotografía me hizo consciente de que uno no tiene que ser literal, que uno no tiene que tener un montón de cosas que ‘deberían’ estar ahí, que uno podía dejarlo y dejar que significara lo que significara. Uno podía mirarla y decir: ‘Es sólo un pasillo, pero es hermoso’. ¿Qué importa que no sepas o entiendas? Si lo sabes, bien. Pero si no lo sabes puedes mirarlo y decir: ‘Hermoso. ¡Umph!’. [2]
DeCarava también es reconocido por documentar Harlem, de algún modo recibiendo la “estafeta” de James van der Zee, quien se dedicó a fotografiar el mismo espacio durante los 1920s y 1930s.
Como ya mencioné en la introducción, a DeCarava también se le conoce por ser uno de los más importantes documentadores de la escena del jazz en Harlem, retratando a gigantes del género como John Coltrane, Duke Ellington y Billie Holiday entre otros. Su afinidad con este género de música logró materializarla en su libro “The Sound I Saw”, que, aunque fue planificado mientras tomaba las fotografías, fue publicado hasta el 2001.
EL PRIMER LIBRO
A principios de los 50, DeCarava conoció a Edward Steichen, el entonces director del Departamento de Fotografía del MoMA, quien además de comprar varias de sus fotografías para las colecciones del museo, comenzó a incluirlo en exposiciones colectivas**. Esta relación fue instrumental para que DeCarava fuera galardonado con una Beca Guggenheim, convirtiéndose en el primer fotógrafo afroamericano en recibirla. En su solicitud para la beca, DeCarava describió no solo lo que quería hacer con ella, sino también la filosofía que guiaba a su trabajo y que lo llevó a fotografiar las imágenes que muestro en esta entrada: “Quiero fotografiar Harlem a través de los Negros. Mañana, tarde, noche, en el trabajo, yendo al trabajo, volviendo a casa del trabajo, jugando, en las calles, hablando, bromeando, riendo, en el hogar, en los patios de recreo, en las escuelas, bares, tiendas, bibliotecas, salones de belleza, iglesias, etc… Quiero mostrar la fuerza, la sabiduría, la dignidad del pueblo Negro… No quiero una declaración documental o sociológica, quiero una expresión creativa, el tipo de penetración y comprensión de los Negros que creo que sólo un fotógrafo Negro puede interpretar. Quiero aumentar la conciencia de mi pueblo y aportar a nuestra conciencia un mayor conocimiento de nuestra herencia.” [3]
**Incluyendo la famosa exposición “The Family of Man”.
De esta beca y de su trabajo anterior a ella publicó, junto al gran poeta Langston Hugues (otro ganador de una Beca Guggenheim), el libro “The Sweet Flypaper of Life” (1955). En este libro aparece publicada (seguramente por primera vez) la fotografía destacada de esta entrada.
El libro está escrito desde el punto de vista de la (ficticia) Hermana Mary Bradley, una anciana afroamericana de Harlem que recibe un telegrama de San Pedro diciendo “Ven a casa”, pero ella quiere quedarse en este dulce papel matamoscas que es la vida para ver “…cómo va a ser esta integración que ha decretado la Corte Suprema”, refiriéndose al Caso Brown contra Consejo de Educación de Topeka de 1954, a través del cual se decretó que la segregación racial en escuelas públicas era anticonstitucional. El mensajero le dice que la integración racial ha sido una costumbre establecida en el cielo desde tiempos inmemoriales, pero ella quiere saber cómo será en la tierra. [4] A través de la Hermana Bradley, Hugues hace comentarios y observaciones guiadas por sus propias experiencias y, por supuesto, por las fotografías de DeCarava.
LA FOTOGRAFÍA
La fotografía fue tomada en horas de la mañana, antes de que DeCarava iniciara su jornada laboral. Caminando por el vecindario observó a un gran grupo de jóvenes bien vestidos, “como mariposas flotando en las calles”. De alguna manera supo que era un grupo de graduandos (de ahí el título). Quien llamó más su atención fue la chica de la fotografía, no solo por la luminosidad de su vestido ante la luz del sol, sino también por la cadencia con la cual caminaba. DeCarava enseguida decidió quedarse donde estaba y esperar a que la chica apareciese frente a él para tomar una fotografía. En cuanto al significado, DeCarava veía esta imagen como la condición de la vida, de la comunidad y del pasado y futuro de la protagonista. [5]
En “The Sweet Flypaper of Life”, la Hermana Bradley comenta que “En Harlem algo está sucediendo todo el tiempo…” y al llegar a esta fotografía, comenta que “…es agradable ver a gente joven arreglada yendo a algún sitio – quizá a una fiesta.” [4]
Vale la pena detenerse a observar esta imagen, y reconocer e identificar el simbolismo que en ella existe.
Fuentes
[1] O’Hagan, S. (2022, enero 24). ‘He was searching for beauty’: Roy DeCarava’s widow remembers a master photographer. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/artanddesign/2022/jan/24/roy-decaravas-widow-photographer-poets-jazz-giants-sherry-turner
[2] Rowell, C. (1990). “I Have Never Looked Back Since”: An Interview With Roy DeCarava. Callaloo. 13(4): 859-871
[3] Galassi, P. (1996). Roy DeCarava: A Retrospective. MoMA. Nueva York, NY: The Museum of Modern Art, New York
[4] DeCarava, R. y Hugues, L. (1955). The Sweet Flypaper of Life. Nueva York, NY: Hill and Wang
[5] Revolution Books. (2019, enero 12). “The Sweet Flypaper of Life” with Sherry Turner DeCarava. Vimeo. [Video]. https://vimeo.com/311010413