Girls in the windows (1960)

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Ormond Gigli (1925-2019) fue un fotógrafo comercial y de modas estadounidense que trabajó para varias de las revistas más importantes de su época como LIFE, Time y Paris-Match. Aunque fotografió a muchas celebridades, su fotografía más famosa (una ecléctica mezcla de fotografía de modas, artística y hasta documental) no posee a personas reconocibles.

LA OPORTUNIDAD

Aunque a primera vista parece ser una fotografía de modas por encargo, en realidad es producto de improvisación, curiosidad y su propia sensibilidad artística. Su estudio fotográfico estaba situado justo al otro lado de la calle, y un día se percata de que están por demoler el edificio de en frente (es por ello que no hay vidrios en las ventanas). Esto lo ve como una oportunidad, y enseguida habla con el encargado de la demolición, quien le da el visto bueno para realizar una fotografía (no sin antes pedir que su esposa apareciese en ella*). [1]

*Es la tercera de izquierda a derecha en el tercer nivel. [2]

LA TOMA

Al día siguiente, la toma se lleva a cabo durante el descanso de los trabajadores. Gigli, con un megáfono, dirige a las modelos desde la escalera de incendio de su edificio. [1]

Gigli en acción el día de la toma (fotógrafo desconocido)

Un dato interesante de la fotografía es que, al no ser un encargo, tuvo que ingeniárselas para materializar su visión artística. Debido a sus conexiones con una agencia de modelaje y su estatus de fotógrafo de las revistas más importantes de la época, las modelos que posaron lo hicieron cobrando $1 por todo el tiempo. [2] Además de modelos, colaboraron amigas y su propia esposa** Dada la premura de la situación, todas tuvieron la oportunidad de llevar la ropa, [3] peinado y maquillaje que quisieron. [2]

**En una entrevista, indica que su esposa es la segunda de derecha a izquierda en el vestido rosa en el tercer piso [1], en otra indica que es la primera de derecha a izquierda en el vestido rosa en el segundo piso. [4]

El vehículo (un Rolls Royce con todo y chofer) ayuda a dar más glamur a la toma. Para esto también tuvo que coordinar no solo el vehículo, sino el permiso de la ciudad para parquearlo en una zona peatonal durante las dos horas que duró la toma. [3] Otro detalle de última hora está cerca del vehículo, con el parche fresco de cemento que está tapando un hoyo que los trabajadores tuvieron que abrir para realizar su trabajo. [2]

En cuanto a la toma en sí, Gigli indica que “… moví [a las modelos] de un lado a otro para repartir los colores y les dije que posaran como si estuvieran dando un beso a alguien. Mientras fotografiaba, me di cuenta de que algunas estaban en los alféizares de las ventanas. Como eran de cemento y a veces se rompían, les grité con un megáfono que se mantuvieran dentro de los marcos.” [5]

La imagen fue tomada con una Speed Graphic 4” x 5” y un lente angular. Gigli también comenta que realizó entre 15 y 18 tomas. [1]

VALOR

La imagen se publicó por primera vez en el “Ladies’ Home Journal” y otras publicaciones pequeñas. No fue sino hasta en 1994 que comenzó a venderse comercialmente. Ese año, la esposa de Gigli se acercó a la casa de subastas Sotheby’s para vender una copia, y ellos le recomendaron buscar una galería para representar a su esposo. La galería aceptó obviamente, pero pronto el hijo se hizo cargo de la operación. [2] 

Aunque individualmente fotografías como las de Andreas Gursky o Man Ray se han vendido por millones, esta en particular ha llegado a esas cifras por la cantidad de fotografías firmadas que se encuentran en circulación, y por los altos precios que pueden llegar a pagar los coleccionistas y amantes del arte. A petición de su hijo, Gigli imprimió y firmó cientos de fotografías, las cuales pueden llegar a costar entre $15,000 y $30,000 a pesar de que la oferta es grande (tan solo hace dos meses se pagaron $38,000 por una copia en una subasta.) [1]

LEGADO

Más allá de las ganancias que sigue generando, la fotografía tiene su lugar entre las mejores del siglo XX. El propio Gigli pensaba así, y contrario a lo que muchos fotógrafos lamentan, estaba en paz con el hecho de ser recordado por una sola fotografía: “Me recordarán por ésta. No sé cuántas fotografías son así. Horst con la foto del corsé, Eisenstaedt con el marinero besando a la chica en Times Square, cosas así. Creo que ésta es una de las grandes”. [4] En otra ocasión comentó: “Tengo una gran copia en la pared. Sigo sonriendo cada vez que la miro, incluso después de todos estos años.” [5]

Fuentes

Conway, R. (2013, noviembre 14). “Girls in the Windows”: The Real Story Behind an Iconic New York Photo. Time. Recuperado de: https://entertainment.time.com/2013/11/14/girls-in-the-windows-the-real-story-behind-an-iconic-new-york-photo/

Segal. D. (2023, noviembre 21). Is This the World’s Highest-Grossing Photograph?. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2023/11/21/business/gigli-photograph-girls-in-the-windows.html

Luntz, H. (2021, febrero 4). Ormond Gigli’s Girls in the Windows. Recuperado de: https://www.holdenluntz.com/magazine/new-arrivals/ormond-gigli-girls-in-the-windows/

Leland, J. (2013). ‘Girls in the Windows’ and Other Moments. The New York Times. Recuperado de: https://archive.nytimes.com/www.nytimes.com/interactive/2013/12/08/nyregion/08ALBUM-GIRLS-IN-THE-WINDOWS.html

Phillips, S. (2013, mayo 1). Ormond Gigli’s best photograph – women in the windows in Manhattan. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/artanddesign/2013/may/01/ormond-gigli-best-photograph-women-windows

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