El 16 de octubre de 1968, durante los Juegos Olímpicos de México 1968, se realizó la final de los 200 m planos en el Estadio Olímpico Universitario. El primer lugar fue obtenido por el estadounidense Tommie Smith (quien además impuso un récord mundial, el primero en ser medido electrónicamente por la IAAF para este evento [1]), el segundo lugar fue para el australiano Peter Norman (su tiempo de 20.06 sigue siendo el récord nacional) y el tercero fue para John Carlos, otro estadounidense. Más allá del récord mundial (que duraría 11 años) y del avance tecnológico que inició una nueva era en la medición del tiempo en las competiciones atléticas, esta historia es una más de las cientos o miles que se han vivido durante los Juegos Olímpicos. Sin embargo, lo que sucedió en la ceremonia de medallas causó un impacto que trascendió lo deportivo y que se convertido en uno de los momentos más memorables y polémicos en la historia del deporte.
ANTECEDENTES
En el otoño de 1967, en Estados Unidos, Harry Edwards y un grupo de atletas afroamericanos formaron el Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos (OPHR por sus siglas en inglés). El propósito de este grupo era que los atletas afroamericanos boicotearan los Juegos Olímpicos que se celebrarían el año siguiente en México con el fin de exponer el trato que las personas negras recibían no solo en Estados Unidos, sino también en otras partes del mundo. El OPHR deseaba [2]:
- Exigir la contratación de más entrenadores afroamericanos: aunque la inclusión de atletas afroamericanos en el deporte profesional iba en más o menos en buen camino, los puestos de entrenador y otros más prestigiosos eran y siguen siendo casi exclusivos para gente blanca. Pongamos de ejemplo a la NFL. Se estima que el 70% de los jugadores son afroamericanos. Sin embargo, para la temporada que iniciará en 2022 (estamos en abril, la cifra podría cambiar en los próximos meses), solo 3 de los 42 equipos poseen entrenadores afroamericanos (Lovie Smith de los Houston Texans, Michael McDaniel de los Miami Dolphins y Mike Tomlin de los Pittsburgh Steelers). Estos patrones se repiten en muchos otros deportes.
- La restitución del título de pesos pesados de Muhammad Ali*: en abril de 1967, Ali se opuso a ser reclutado por parte de las fuerzas armadas durante la Guerra de Vietnam. Esto provocó que su licencia de boxeo fuera revocada y que fuera despojado de sus títulos.
- La renuncia o destitución del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Avery Brundage: un personaje antisemita y supremacista blanco.
- La exclusión de Sudáfrica y Rodesia: por las políticas racistas en pleno apartheid (finalmente el COI sí evitó que Sudáfrica participara en estos Juegos Olímpicos).
*El acto que muestra la fotografía de esta entrada fue considerado por el propio Ali como “el acto más valiente del siglo” [3]
Finalmente el boicot no se logró y los atletas afroamericanos participaron en los Juegos, aunque como ya vimos en la fotografía, no se quedaron de brazos cruzados y lograron expresarse de una manera bastante visible.
EL MOMENTO
Como ya sabemos, después de que los atletas reciben sus medallas, se entona el himno del país ganador de la medalla de oro. En el momento en que el himno de los Estados Unidos comienza a sonar, Smith y Carlos agachan su cabeza y levantan sus manos enguantadas y empuñadas (la derecha para Smith, la izquierda para Carlos), manteniendo la postura hasta que termina de sonar el himno. Norman participó voluntariamente de una manera más sutil (con consecuencias severas), como veremos más adelante. Al día siguiente, Smith fue entrevistado por el periodista Howard Cosell de la cadena ABC y explica todo el simbolismo que desplegaron durante la breve protesta: el guante en la mano derecha de Smith simbolizaba el poder de los afroamericanos en Estados Unidos, el guante en la mano izquierda de Carlos simbolizaba la unidad entre afroamericanos, la bufanda negra que Smith llevaba puesta simbolizaba “blackness” (algo que vendría a ser como orgullo negro), los calcetines negros que Smith y Carlos llevaban significaban pobreza [4]. Carlos realizó otros dos actos simbólicos: se desabrochó su chaqueta en violación de la etiqueta olímpica para mostrar solidaridad con toda la gente pobre y llevó un collar para honrar a víctimas de linchamientos [2] (un acto que finalmente se reconoce como crimen federal después de que el presidente Biden firmara la ley el mes pasado. Más vale tarde que nunca…). Finalmente, los tres atletas pegaron a su izquierda, a la altura del pecho, el logo del OPHR, haciendo a Norman partícipe de la protesta.
El fotógrafo estadounidense John Dominis (1921-2013) fue uno de los que capturó este instante tan icónico. Los registros oficiales de su fotografía muestran la escena en blanco y negro, aunque existe una versión en color con un encuadre casi idéntico y que no tiene un autor asignado (que podría dar a pensar que la versión original es en realidad a color). Desde un lugar más lejano, el fotógrafo italiano Angelo Cozzi fotografió la escena, aunque esta versión no es tan conocida como la de Dominis.
LAS CONSECUENCIAS
Este gran acto de valentía trajo serias consecuencias no solo a Smith y Carlos, sino también a Norman. Tan solo horas después del incidente, Smith y Carlos fueron expulsados de la Villa Olímpica y también del país. En Estados Unidos, revistas y periódicos condenaron el acto, comparándolo con el saludo nazi, llamándolo vergonzoso e insultante, y a Smith y Carlos los tacharon de renegados y extremistas [2]. Al regreso también fueron suspendidos del equipo de atletismo y recibieron numerosas amenazas de muerte [5]. Estas amenazas y el abuso que vivieron después de los Juegos Olímpicos tuvieron incidencia en la muerte por suicidio de la esposa de Carlos y del primer divorcio de Smith. La amistad entre Smith y Carlos se degeneró muchísimo al pasar los años como consecuencia indirecta de este incidente (Carlos sostuvo durante muchos años que durante la carrera dejó que Smith ganara la medalla de oro, algo que a Smith nunca le sentó bien) [6].
En cuanto a Norman (algunas fuentes dicen que Carlos había olvidado sus guantes, y fue Norman quien les sugirió que los compartieran [7] [8]), su gesto no fue muy bien recibido en su país y también se vio excluido de futuras competencias olímpicas a pesar de calificar formalmente con los tiempos requeridos. Es más, para los Juegos Olímpicos en Sídney no fue invitado a dar una vuelta de honor junto a otros atletas australianos, un gesto que inspiró al equipo de atletismo de los Estados Unidos a invitarlo a formar parte de las celebraciones olímpicas junto a ellos [7]. Y aunque no es consecuencia de lo que sucedió en 1968, su vida fue muy trágica. Al igual que Smith y Carlos, sufrió un divorcio y además, debido a serios problemas de salud (una gangrena que casi provoca la pérdida de su pierna y que lo obligó a reaprender a caminar [8]) sufrió de depresión y tuvo problemas de adicción [7]. Norman fallece en el 2006 después de sufrir un ataque al corazón [8]. Tanto Smith como Carlos fueron portadores del féretro en su funeral [9]. En 2018, el Comité Olímpico Australiano “… admitió su negligencia al no reconocer antes al difunto Peter Norman por su contribución al deporte australiano. El COA ha concedido a Norman una orden de mérito póstuma cinco décadas después de ganar una medalla de plata en los 200 metros masculinos en los Juegos Olímpicos de México 1968. Norman subió al podio junto a los atletas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos en los juegos, cuando ambos levantaron el puño en un saludo de poder negro que se convirtió en un símbolo definitorio del movimiento por los derechos civiles.” [10] Debido a su solidaridad y participación en el acto de protesta, en Estados Unidos la Federación Nacional de Atletismo declaró el 9 de octubre como el Día de Peter Norman en conmemoración de su muerte y en el Museo Nacional de Arte y Cultura Afroamericana aparece en la escultura dedicada a este momento [11]
LA OTRA PROTESTA
Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Múnich, otros dos atletas afroamericanos protagonizarían un momento similar. Vince Matthews y Wayne Collett ganaron la medalla de oro y de plata respectivamente en los 400 m planos. Luego de recibir sus medallas, y a la hora de entonar el himno, Collett se subió con Matthews y en vez de hacer un saludo, ambos desplegaron una actitud indiferente ante lo que sucedía, un gesto que muchos vieron como ofensivo no solo ante la bandera e himno estadounidenses, sino también para lo que representan los Juegos Olímpicos. Ambos atletas fueron inmediatamente expulsados por el Comité Olímpico Estadounidense. Al ser preguntado por lo que sucedió, Collet dijo: “No podría quedarme ahí y cantar la letra porque no creo que sea cierta”. Años más tarde agregaría: “Amo a los Estados Unidos. Pero no creo que esté a la altura de su promesa. No soy antiamericano en absoluto. Sugerir lo contrario es no entender las luchas de los negros en Estados Unidos en aquella época” [12]. En cuanto a por qué no tuvo más impacto esta protesta, solo puedo especular un poco. Comparada con la de México 1968, esta no tuvo aliados inesperados como Norman, no fue tan visualmente llamativa o llena de simbolismos y el público ya había sido testigo de algo similar en los Juegos pasados y por lo tanto no tenía un elemento sorpresa o novedoso. Más allá de esto, al final de cuentas sería opacada por el evento más trágico en la historia de los Juegos Olímpicos, algo que exploraremos la próxima semana.
**Esta protesta, junto con la de 1968, son dos antecedentes importantes en la historia del (¿ex?) jugador de la NFL Colin Kaepernik, quien generó mucha controversia en 2016 y 2017 al arrodillarse mientras sonaba el himno, un gesto de protesta contra la violencia policial y desigualdades que lamentablemente acabó con su carrera profesional.
Fuentes
[1] Hymans, R. y Matrahazi, I. (Eds.) (2015). Progression of IAAF World Records. 2015 Edition. IAAF Athletics. Monaco
[2] Carlos, J. y Zirin, D. (2011). The John Carlos story: the sports moment that changed the world. Chicago, Illinois: Haymarket Books
[3] Philip, R. (2001, junio 22). Talking points: Smith a star in spangled banner. The Telegraph. Recuperado de: https://www.telegraph.co.uk/sport/3007753/Talking-points-Smith-a-star-in-spangled-banner.html
[4] [Chavis Campbell Olympics]. (2020, noviembre 1). Tommie Smith and John Carlos Raises Fists During Star-Spangled Banner 1968 Summer Olympics. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=DHxLH6zbhvI
[5] Brown, D. (2018, octubre 16). ‘A cry for freedom’: The Black Power salute that rocked the world 50 years ago. The Washington Post. Recuperado de: https://www.washingtonpost.com/history/2018/10/16/a-cry-freedom-black-power-salute-that-rocked-world-years-ago/
[6] Smith, T. y Steele, D. (2007). Silent Gesture: autobiography of Tommie Smith. Filadelfia, PA: Temple University Press
[7] Frost, C. (2008, octubre 17). The other man on the podium. BBC News. Recuperado de: http://news.bbc.co.uk/1/hi/magazine/7674157.stm
[8] Carlson, M. (2006, octubre 5). Peter Norman. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/news/2006/oct/05/guardianobituaries.australia
[9] Flanagan, M. (2006, octubre 10). Olympic protest heroes praise Norman’s courage. The Sydney Morning Herald. Recuperado de: https://www.smh.com.au/sport/olympic-protest-heroes-praise-normans-courage-20061010-gdokc5.html
[10] ABC News. (2018, abril 28). VIDEO: Peter Norman awarded a posthumous Order of Merit by the AOC. ABC News. Recuperado de: https://www.abc.net.au/news/2018-04-29/peter-norman-awarded-posthumous-order-of-merit/9708204
[11] Webster, A. (2018, abril 27). Peter Norman to be recognised for role in 1968 Black Power salute. The Sydney Morning Herald. Recuperado de: https://www.smh.com.au/sport/peter-norman-to-be-recognised-for-role-in-1968-black-power-salute-20180427-p4zc2y.html
[12] Carlson, M. (2010, abril 28). Wayne Collett: Athlete who staged a Black Power protest at the 1972 Olympic Games. The Independent. Recuperado de: https://www.independent.co.uk/news/obituaries/wayne-collett-athlete-who-staged-a-black-power-protest-at-the-1972-olympic-games-1956018.html