Sin título (1972)

En la entrada anterior vimos cómo una protesta hecha por atletas estadounidenses en los Juegos Olímpicos de Múnich 72 no tuvo el impacto que sí tuvo una protesta similar en los Juegos Olímpicos de México 68. Además de unas razones que vimos en dicha entrada, probablemente la más poderosa es el trágico evento que sería conocido como la Masacre de Múnich y que exploramos en la entrada de hoy.

LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE MÚNICH 1972

La ciudad de Múnich fue elegida como sede de los Juegos de la XX Olimpiada en la 64ª Sesión del Comité Olímpico Internacional* en 1966 en Roma. Aunque para el 72 ya habrían pasado 27 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y 36 años después de los polémicos Juegos Olímpicos celebrados en la Alemania nazi, esta sería una excelente oportunidad para mostrar al mundo una imagen más limpia, moderna y amigable. Para ello no solo usaron el lema “Die Heiteren Spiele”, lo cual se puede traducir como “Los juegos de la alegría”, sino también introdujeron lo que sería la primera mascota olímpica con Waldi, un perro salchicha. A pesar de las buenas intenciones, estos juegos finalmente se llegarían a asociar y a volverse sinónimos con la tragedia del 5 de septiembre.

*Como dato más o menos relevante debido a los últimos acontecimientos geopolíticos, la 119ª Sesión se llevó a cabo en Guatemala en 2007. En ella, se escogió a la ciudad de Sochi como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 gracias, entre otras cosas, a la presencia del presidente ruso Vladimir Putin en su primera e indudablemente última visita a nuestro país.

EL PREÁMBULO Y LA PREMONICIÓN

Meses antes del inicio de los juegos, los organizadores solicitaron la ayuda del Dr. Georg Sieber, psicólogo de la policía de Múnich, para desarrollar escenarios para los cuales la policía debía prepararse. De los 26 que preparó, el escenario 21 (años más tarde se supo que incluso antecede al plan real, que se preparó en julio) resultó ser prácticamente una premonición. En él, Sieber explicaba cómo una docena de terroristas palestinos armados escalaría la valla perimetral de la Villa Olímpica a eso de las 5 de la mañana, adentrándose en el edificio donde se hospedaría la delegación israelí, y donde inicialmente matarían a uno o dos rehenes. Luego, amenazando la vida del resto de rehenes, exigirían la liberación de prisioneros palestinos en cárceles israelíes y un avión con destino a un país árabe. Aun si los terroristas no lograban sus objetivos, volverían la situación en una demostración política, estarían preparados para morir y no se podía esperar que se rindieran. Debido a la imagen positiva que Alemania quería presentar ante el mundo, la preparación ante esta situación hipotética implicaba la puesta en escena de varios elementos que iban en contra de lo que se quería mostrar, y este escenario fue ignorado [1].

LO QUE REALMENTE SUCEDIÓ

Poco después de las 4 de la mañana del 5 de septiembre, un grupo de ocho terroristas palestinos (con vestimenta deportiva) de la organización Septiembre Negro escala la valla perimetral de la Villa Olímpica con la ayuda de atletas canadienses** borrachos que regresaban de una fiesta. Obviamente los canadienses pensaban que se trataba de otro grupo de atletas fiesteros, con quienes incluso entablan una breve conversación. Una vez dentro de la Villa se dirigen a donde se encuentran los atletas israelíes. De entrada, matan a dos atletas (Moshe Weinberg y Yossef Romano, a quien también castran [2]) [3]. Poco después de las 5 de la mañana los terroristas hacen sus demandas: la liberación de 234 prisioneros palestinos de cárceles israelíes y de Andreas Baader y Ulrike Meinhof, dos miembros de una organización de extrema izquierda alemana. Horas más tarde, exigirían un avión con destino a Cairo. Pensando que la situación podría llevar eventualmente a la liberación de los rehenes, los alemanes acceden a preparar un avión en el aeropuerto de Fürstenfeldbruck. Los 17 rehenes y terroristas son llevados en bus a un helicóptero, el cual los lleva al aeropuerto. Una vez ahí, una emboscada fallida provoca la muerte de los 9 rehenes (Ze’ev Friedman, David Berger, Yakov Springer, Eliezer Halfin, Yossef Gutfreund, Kehat Shorr, Mark Slavin, Andre Spitzer y Amitzur Shapira), un policía alemán (Anton Fliegerbauer) y 5 de los 8 terroristas [1] [3].

** Durante décadas se pensaba que eran estadounidenses, pero los atletas canadienses Robert Thompson y David Hart recuerdan haber ayudado a los terroristas a escalar la valla junto a otro grupo [4].

LA FOTOGRAFÍA

La imagen muestra a uno de los terroristas palestinos asomándose por el balcón del edificio de la Villa Olímpica en donde mantenían a las víctimas como rehenes. En mi búsqueda del autor de la fotografía de esta entrada encontré a dos posibles autores: el australiano Russel McPhedran y el alemán Kurt Strumpf. Según Getty Images, la imagen fue tomada por McPhedran. Según TIME [5] y otras fuentes, el autor es Strumpf. Existe otra imagen muy similar, pero con un punto de vista diferente, y podría ser la fuente de esta confusión. Otro dato que confunde es esta entrevista, en la cual al fondo se ve una versión impresa de la fotografía, pero es distinta a la que Getty Images acredita a McPhedran. En todo caso, él recuerda muy bien la historia de cómo tomó su versión.