No es extraño que las personas con dotes artísticos incursionen en más de un área, demostrando talentos que muchas veces no llegan a ser muy conocidos. Hablando de la fotografía en específico, existen muchos artistas (actores, directores, músicos, pintores) muy destacados en su arte que en algún momento utilizaron este medio para expresarse. En una serie de entradas (no consecutivas) estaré mostrando el trabajo de artistas de talla mundial que decidieron entrar en el mundo de la fotografía con cierto éxito (con trabajo publicado en medios escritos o expuesto en galerías). En esta ocasión iniciaré con el trabajo de un escritor.
EL INGLÉS Y EL LAGO
Para poder tener un sentido de pertenencia (el cual puede argumentarse como una necesidad humana), los humanos nos identificamos con nuestro entorno tanto social como ambiental. Esto puede darse a niveles pequeños (familia, estudios, trabajo) o de medianos a grandes (equipos deportivos, clase social, religión). A un nivel un poco más general (y que puede englobar a todos los que ya mencioné) está la nacionalidad, algo de lo cual mucha gente siente orgullo. En el caso de Guatemala, a muchos compatriotas les gusta repetir datos que establecen la superioridad del país en ciertos aspectos, tales como la calidad del café que acá se produce (algo arraigado en la realidad) o la belleza de su himno nacional (supuestamente el primero o segundo más hermoso del mundo, un dato mucho más cuestionable y sin bases firmes). Un tercer dato que a muchos les llena de orgullo es la calificación del Lago de Atitlán como el más bello del mundo por el escritor y filósofo inglés Aldous Huxley, algo que toman como una verdad casi absoluta debido a la fama y éxito del autor.
EL LIBRO Y LAS FOTOGRAFÍAS
Usualmente parafraseada, la frase exacta de Huxley dice: “El lago Como*, me parece, roza el límite de lo permisiblemente pintoresco; pero Atitlán es Como con el adorno adicional de varios volcanes inmensos. Es realmente mucho de algo bueno.” La cita se encuentra en el libro “Beyond the Mexique Bay: A Traveller’s Journal”, publicado en 1934. En él, hace un recuento de un viaje que realizó a través del Caribe, Belice, Guatemala, Honduras y México.
*El Lago Como tiene un lugar especial en la historia de la fotografía, ya que fue acá que el también inglés Henry Fox Talbot logró inspirarse (a partir de su frustración por no poder dibujar) para ser uno de los inventores de la fotografía.
Durante su viaje por Guatemala pasó por Puerto Barrios, Quiriguá, la ciudad capital, Ciudad Vieja, Antigua, Atitlán, Sololá, Chichicastenango, Zacapulas y Momostenango. Las diez fotografías de Guatemala que publicó en el libro (además de otras del resto de su viaje) fueron tomadas por él mismo. Las imágenes en sí no destacan en lo técnico o artístico ya que su propósito era simplemente el de ilustrar sus relatos.
CONTENIDO DEL LIBRO
Aunque dedicó esas palabras positivas al lago de Atitlán, es importante mencionar que muchas de sus observaciones son sumamente problemáticas, pasando de arrogantes a condescendientes a racistas. Dentro de las “joyas” que escribió están:
– “Francamente, por mucho que lo intente, no me gusta mucho la gente primitiva. Me hacen sentir incómodo.” (refiriéndose a los indígenas)
– “Los hombres indígenas son a menudo guapos; pero casi nunca vi una mujer o una joven que no fuera extremadamente fea.”
– “Pero la mirada del coronel era, incluso para los estándares europeos, plenamente humana: expresaba una melancolía profunda y desesperada. Había tenido, supongo, suficiente de nuestra educación para hacerle consciente de su propia indianidad.”
– “Por una extraña ironía, parece que los indígenas pueden llegar a ser patrióticamente conscientes de su raza sólo cuando han recibido la educación del hombre blanco.”
En fin, conociendo el contexto dentro del cual escribió sus elogios para el lago de Atitlán, tal vez deberíamos dejar de citar a Huxley y dejar que sea el propio lago que hable con su belleza.
Fuentes
Huxley, A. (1950). Beyond the Mexique Bay: A Traveller’s Journal. Chatto & Windus. Londres