La Gran Depresión fue un período de crisis financiera mundial durante los años 30 del siglo pasado. Esta provocó una situación sin precedentes en la cual millones de personas fueron obligadas a estar sin hogar, vivir en pobreza, desempleo y situaciones de inseguridad alimentaria entre otros. En Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt (a quien mencionamos brevemente en la entrada anterior) impulsó el famoso “New Deal”, el cual consistió en una serie de programas, reformas y regulaciones orientadas a ofrecer asistencia social y a reactivar la economía tras la Depresión. Fue durante este período que se creó la Farm Security Administration (FSA), cuya función era mejorar las condiciones de vida de agricultores pobres que migraban a California para encontrar una mejor vida. Sin embargo, lo que más se recuerda de esta agencia es su programa de fotografía, el cual tuvo mucha influencia no solo en el aspecto social, sino también en el propiamente fotográfico/artístico.
LA FOTÓGRAFA
Dorothea Lange (recipiente de una Beca Guggenheim en 1941) fue una de dos fotógrafas (de 11 fotógrafos en total) que fueron contratadas por la FSA para documentar la Gran Depresión (la otra fue Marion Post Wolcott). A una temprana edad vivió dos eventos que la marcaron. El primero fue el haber contraído polio a los 7 años, algo que le dejó una cojera en su pierna derecha que la acompañó toda su vida. A la edad de 65 años dijo: “Quien no haya vivido la vida de un lisiado desconoce lo mucho que esto significa. Creo que fue la cosa más importante que pasó en mi vida. Me formó, me guió, me instruyó, me ayudó y me humilló. Todas esas cosas a la vez. Nunca lo he superado y estoy consciente de su fuerza y poder”. El segundo evento fue el abandono de su padre a la edad de 12 años, que además del daño psicológico, hizo que cambiara su apellido al de su madre [1].
LA MADRE MIGRANTE
Lange regresaba a San Francisco de su primera asignación con la FSA cuando pasó un campamento de “pea pickers” (o recolectores de arvejas/guisantes. El término a su vez se utilizaba de forma despectiva para referirse a agricultores pobres y poco educados durante la Gran Depresión). En su momento no se detuvo. Unos 30 kms más adelante, algo la hizo decidir dar la vuelta y regresar. Cuando llegó, vio a una mujer (Florence Owens Thompson) en su carpa con sus hijos pequeños. Tenía 32 años y le comentó que sobrevivían comiendo arvejas y pájaros que sus hijos cazaban. Los cultivos donde trabajaban estaban congelados y no había trabajo. No podía moverse ya que había vendido los neumáticos de su vehículo para pagar comida. Lange no estuvo más de diez minutos en el campamento y luego partió [2]. Lange dijo “supe que había registrado la esencia de mi asignación” [3]. Nunca pensó que en esos diez minutos había tomado la que llegaría a ser una de las fotografías más icónicas del siglo XX. Al regresar a su casa, y después de revelar las fotografías, le dijo al editor del “The San Francisco News” que se había encontrado con un grupo de migrantes que estaban muriendo de hambre. La noticia se divulgó a nivel nacional y el gobierno envió ayuda al campamento [3]. Cuando llegó la ayuda, la mujer ya no se encontraba ahí.
DOS VERSIONES (LA FOTOGRAFÍA)
El retoque fotográfico no nació con lo digital o el Photoshop. En el caso de esta fotografía, la que Lange autorizó para su publicación y divulgación está alterada, algo a lo que Roy Stryker, director del proyecto fotográfico de la FSA, se oponía. Decía que ese retoque comprometía la autenticidad, no solo de la foto, sino también del proyecto documental que dirigía* [4]. En la versión retocada, el pulgar de la mujer en la esquina inferior derecha desaparece.
*Durante el proyecto de la FSA surgiría otra fotografía que generaría mucha polémica por razones similares.
DOS VERSIONES (LA HISTORIA)
La historia que Lange contó acerca la fotografía ha sido desmentida por Owens Thompson y su familia. Según ellos, se dirigían hacia una plantación de lechugas para trabajar cuando la faja de tiempo de su vehículo se arruinó justo en el campamento donde Lange los encontró. Mientras la removían, sus hijos dañaron el radiador y tuvieron que llevarlo a un pueblo para repararlo. Fue durante ese período de tiempo que Lange llegó a tomar las fotografías. Cuando regresaron, su mamá les comentó que una mujer le había tomado fotografías y partieron hacia su destino [5]. Por lo tanto, no hubo pájaros muertos, neumáticos vendidos ni pobreza extrema como Lange sugirió.
UN LEGADO COMPLICADO
Mientras que Lange obtuvo fama y reconocimiento a través de esa fotografía, Owens Thompson siempre tuvo sentimientos negativos con la experiencia y la fotografía. En una entrevista dijo que se sentía “explotada” por el retrato de Lange. “Desearía que no me hubiera tomado la foto”, declaró. “No puedo sacar ni un centavo de ella. [Lange] no preguntó mi nombre. Dijo que no vendería las fotos. Dijo que me enviaría una copia. Nunca lo hizo” [5].
Fuentes
[1] Lange, D. & Coles, R. (1982). Photographs of a lifetime. Millerton, NY: Aperture, Viking Penguin.
[2] Lange, D. & Cox, C. (1987). Dorothea Lange. Nueva York, NY: Aperture.
[3] Acker, K. (2004). Dorothea Lange. Filadelfia, PA: Chelsea House Publishers.
[4] Estrin, J. (2018, 28 noviembre). Unraveling the Mysteries of Dorothea Lange’s ‘Migrant Mother’. Recuperado de https://www.nytimes.com/2018/11/28/lens/dorothea-lange-migrant-mother.html
[5] Dunn, G. (2002). Photographic license. Recuperado de http://www.newtimes-slo.com/archives/cov_stories_2002/cov_01172002.html