ANTECEDENTES
Al igual que en la entrada anterior, podría explicar los eventos que culminaron en este “Domingo Sangriento” remontándome siglos atrás, primero con la institución legal y formal de la esclavitud, pasando por la Guerra de Secesión de Estados Unidos que culminó con su abolición y repasando otros momentos históricos en las relaciones entre blancos y afroamericanos en Estados Unidos. Pero para iniciar explicando los hechos mencionaré lo que sucedió en 1963, cuando el presidente John F. Kennedy propuso al Congreso una Ley de Derechos Civiles con el objetivo de eliminar la discriminación y segregación racial a nivel federal. Después del asesinato de Kennedy, el presidente Lyndon B. Johnson sentía que para honrar su memoria era necesaria la aprobación de esa ley. Finalmente, el Congreso lo hizo y un 2 de julio de 1964 el presidente Johnson la firmó, siendo la más extensa en materia de derechos civiles hasta esa fecha. Sin embargo, había un problema. Los activistas en derechos humanos sabían que la ley no hacía lo suficiente para resolver un asunto importante que podía empoderar y mejorar las condiciones de vida de la población afroamericana: el derecho al voto [1].SELMA
Aunque la discriminación racial contra el voto estaba prohibida en la propia Constitución a través de la Decimoquinta Enmienda, el número de votantes afroamericanos era muy bajo. Por ejemplo, en Selma, Alabama, solo había 400 registrados de un total de 15,000 elegibles, gracias en parte a campañas de violencia e intimidación en contra de quienes deseaban lograr su registro. Estas injusticias provocaron la presencia del Reverendo Martin Luther King Jr., quien a través de discursos y demostraciones no violentas motivó a los residentes a registrarse. Mientras lo intentaban, eran recibidos con violencia por la propia policía, y muchos fueron arrestados, incluyendo el propio King [2]. Luego, un 18 de febrero de 1965 se organizó en Marion (un pueblo cercano) una marcha pacífica para protestar el encarcelamiento del Reverendo James Orange, quien también lideraba esfuerzos para registrar a los votantes. Después de una misa, un grupo de manifestantes salió en marcha hacia el juzgado, pero a unos pocos metros de la iglesia fueron emboscados por fuerzas policiales y civiles blancos, atacando no solo a los manifestantes, sino también a miembros de la prensa. Durante la trifulca, muchos fueron golpeados de manera brutal, incluyendo Jimmie Lee Jackson, quien además recibió dos disparos a quemarropa. A pesar de haber sobrevivido, finalmente falleció un poco más de una semana después bajo circunstancias muy extrañas [1]. Su muerte provocó la ira e indignación de la comunidad local. En respuesta, se organizó una marcha de Selma hacia Montgomery, la capital de Alabama, un 7 de marzo, para demostrar que la muerte de Jackson no iba a detener el movimiento y para enfrentar directamente al gobernador George Wallace no solo por esta muerte, sino también para continuar su lucha por los derechos civiles.LA MARCHA
Martin Luther King Jr. se encontraba en Atlanta cumpliendo compromisos con su iglesia, así que fueron John Lewis (del Comité Coordinador Estudiantil No Violento o SNCC por sus siglas en inglés, pero no representando a la organización debido a diferencias entre miembros y también con la SCLC) y Hosea Williams (de la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano o SCLC por sus siglas en inglés) quienes lideraron la marcha. Antes de iniciar la marcha, Lewis leyó una declaración ante la prensa explicando los motivos de la marcha y seguidamente unas 600 personas comenzaron a caminar hacia el puente Edmund Pettus (en “honor” a un general Confederado y miembro del Ku Klux Klan) para cruzar el río Alabama hacia Montgomery [1].LA FOTOGRAFÍA
Esta es una de muchas que se tomaron ese día y que se publicaron en periódicos a nivel nacional. La mujer que vemos es Amelia Boynton, una maestra y activista de derechos humanos que también ayudó a organizar la marcha.
Narra que: “Los caballos… eran más humanos que los soldados; pasaban por encima de las víctimas caídas. Cuando me aparté del garrote de un soldado, sentí un golpe en el brazo… Otro golpe, intentaba respirar, me tiró al suelo y allí quedé, inconsciente…” [3]
Dos semanas después, y bajo protección federal, la marcha finalmente se llevaría a cabo, siendo liderada por Martin Luther King Jr. y en momentos congregando hasta 25,000 personas. Estas marchas multitudinarias fueron muy importantes para que la Ley de Derecho de Voto de 1965 fuera aprobada tan solo cinco meses después, constituyendo tal vez el punto más alto en la lucha de los derechos civiles en Estados Unidos de los años sesenta.
Cincuenta años después de este “Domingo Sangriento”, se llevó a cabo una marcha conmemorativa en Selma, con la presencia del presidente Barack Obama. En la fotografía vemos al congresista John Lewis (quien falleció hace dos años) al centro, y a la par de Obama, a Amelia Boynton (quien fallecería cinco meses después).
Fuentes
[1] Pratt, R. (2017). Selma’s Bloody Sunday. Baltimore, MD: Johns Hopkins University Press
[2] McNeese, T. (2008). The Civil Rights Movement. Striving for Justice. Nueva York, NY:Chelsea House
[3] Williams, J. (2013). Eyes on the Prize. America’s Civil Rights Years, 1954-1965. Nueva York, NY: Penguin Books