RECONOCIMIENTO COMO FOTÓGRAFA
A pesar de ser mujer (recordemos que, en esos días, más que hoy, a las mujeres siempre se les relegó a un segundo plano), Käsebier gozó del apoyo y admiración de sus colegas (no así de su propio esposo), algo inusual para la época. Por ejemplo, uno de los números de la prestigiosa revista “Camera Notes” de Stieglitz, se deshace en elogios ante su trabajo. En un artículo, indican que Käsebier toma el proceso científico de la fotografía y lo obliga a obedecer la voluntad del artista, agregando que “… Käsebier está respondiendo la pregunta de si la cámara puede sustituir a la [pintura].” En otro artículo, destacan la atención y discusión (positivas obviamente) que una exposición de sus fotografías generó en su momento, elogiando la originalidad y tratamiento artístico del trabajo. Acá se menciona que ella es la primera pintora* estadounidense en pasarse de la pintura a la fotografía profesional. Finalmente, el editorial (seguramente escrito por el propio Stieglitz), asevera que “…Kasebier es, sin lugar a dudas, la fotógrafa de retratos más importante en este país.” [2]
*Debido a la estructura del inglés, no queda claro si “painter” se refiere a ambos sexos o si querían destacar a mujeres en específico.
MISS N.
La joven retratada en la imagen destacada de hoy es la famosa Evelyn Nesbit, una actriz y modelo con una historia tan fascinante como trágica. Luego de la muerte de su padre cuando apenas era una preadolescente, Nesbit y su familia se encontraron en una situación precaria, perdiendo su casa y hasta sus pertenencias. Estas situaciones obligaron a la madre de Nesbit a comenzar a depender de ella para sobrevivir. Una de las primeras acciones que realizó a petición de su madre fue cobrar, sin supervisión ni ayuda, la renta a los huéspedes de la casa donde vivían. Hay que recordar que Nesbit apenas tenía unos 12 años y, adicional a esto, los huéspedes eran hombres adultos, que usualmente iban de paso. [3]
Luego de mudarse a Filadelfia, su madre consiguió trabajo en una tienda de departamentos. Pronto, Nesbit y su hermano comenzaron a trabajar con ella. Cabe mencionar que la madre de Nesbit solía mentir sobre su edad para burlar las leyes de trabajo infantil, una de las razones por las cuales la propia Nesbit nunca supo su verdadero año de nacimiento. [3]
Fue en esta tienda donde Nesbit llamó la atención de una artista, quien le pidió posar para ella. Al darse cuenta de que podía ganar más dinero como modelo, rogó a su madre para que le dejara continuar posando. Fue así como la carrera profesional de Nesbit como modelo despegó, apareciendo en publicaciones como “Vanity Fair” y “Harper’s Bazaar”. Su notoriedad pronto llamó la atención de productores de teatro, quienes le dieron la oportunidad de presentarse en obras de Broadway. [3]
Es durante esta época donde la trama se complica. Trabajando en la obra “Florodora”, Nesbit conoce a Stanford White, un famoso arquitecto con quien entabla una “amistad”. White, de casi 50 años, casado y con un hijo, cautiva a Nesbit y a su madre. Debido a su riqueza, pronto comienza a cuidar de ellas, llevando a la familia a vivir en un hotel. También se encarga de la educación de su hermano, enviándole a una escuela en Filadelfia. En cierta ocasión, White logra convencer a la madre de Nesbit de viajar a Filadelfia, asegurándole que cuidaría de Nesbit. Aprovechando la ocasión, White la viola. Ella sigue su relación a pesar del incidente, pero comienza a distanciarse cuando se percata de que White tenía romances con otras chicas. [3] [4] Poco tiempo después, White ofrece pagarle su educación en una escuela en Nueva Jersey. ¿La razón? Nesbit se enamora de John Barrymore (abuelo de Drew Barrymore), y al enviarla lejos, podía acabar con su romance. [3]
Estando en la escuela, Nesbit sufre de apendicitis, para lo cual es operada de emergencia. Es a partir de este incidente que su relación con un Harry Kendall Thaw (un demente, heredero de una gran fortuna) comienza a estrecharse. Justo después de la operación, y contra la indicación de los doctores, Thaw convence a Nesbit y a su madre de viajar a Europa. Luego de una pelea entre Nesbit y su madre, ambas se separan. No obstante, el viaje continuó para Thaw y Nesbit. En París, y ante la insistencia de Thaw de casarse con ella, Nesbit le cuenta su experiencia con White, algo que lo enfurece. Luego, en un castillo en Austria, Thaw encierra a Nesbit en una habitación y procede a agredirla física y sexualmente de manera brutal durante dos semanas. A pesar de haber vivido esta pesadilla, Nesbit se casa con Thaw unos años después. [3]
En 1906, Thaw asesina a White en represalia a lo que le hizo a Nesbit. Thaw fue arrestado inmediatamente y el juicio contra él fue denominado “el juicio del siglo”. La cobertura mediática y el interés del público fueron intensos. Luego de dos juicios, Thaw fue encontrado no culpable, pero es internado en un hospital psiquiátrico. En 1915 recuperaría su libertad. [3]
Nesbit dio a luz a un hijo, producto de una visita conyugal a Thaw. No obstante, él siempre negó ser el padre. Después de su divorcio, Nesbit se casó con su compañero de baile Jack Clifford, pero su unión duró apenas un año (su divorcio oficial no se dio sino hasta 1933). En 1919, Nesbit comenzó a consumir drogas, incluyendo cocaína y morfina. Aunque logró dejarlas unos años más adelante, seguía sufriendo internamente, ya que intentó suicidarse en 1926. Hacia el final de su vida, se mudó a California para estar cerca de su hijo, con quien tenía una relación cercana. En su momento aprendió y también enseñó escultura. [3] [4]
LA FOTOGRAFÍA
La mayoría de fuentes indican que fue tomada alrededor de 1903, pero pudo incluso haber sido tomada uno o dos años antes. Por otro lado, en las fuentes que encontré y consulté no hay registros de Nesbit o de Käsebier en los cuales hablen acerca de la toma de la imagen. No obstante, una nieta de Käsebier relata la historia de este encuentro. Según ella, Käsebier y White sentían admiración por el trabajo del otro, y aparentemente White solía llevar modelos para que Käsebier las fotografiara. En cuanto a Nesbit, comenta que además de su belleza, mostraba mucha sabiduría para alguien de su edad. Luego de la sesión, Käsebier llevó a White a otra habitación y le dio un toque de atención debido a que, en su momento, White se refirió a Nesbit como su protegida. Al preguntarle qué quería decir con eso, White respondió francamente que, cuando la encontró, su madre la estaba vendiendo al mejor postor. Él se la había comprado a su madre y era su intención educarla, enviarla a la escuela y hacer de ella una dama, porque además de semejante belleza, debería tener otras ventajas. Dado lo que se sabe de ambos (White y Nesbit, e incluso su madre), no sería una idea descabellada y de hecho podría explicar la aparente generosidad que White demostró por años. [5]
La carta que acabo de citar cuenta otras dos historias, y queda en el lector llegar o no a ciertas conclusiones. Poco tiempo después de la muerte de White, una de las chicas que había llegado al estudio de Käsebier regresó con su madre. Esta dijo: “Cuando el señor White estaba vivo, no teníamos que preocuparnos por nada”. A Käsebier le enfureció el comentario, diciendo: “… lo único que les importaba era lo que podían sacar de él.” En la segunda historia, se revela que Käsebier participó como testigo en el juicio contra Thaw. Al ser preguntada por el juez si consideraba a White como un hombre inmoral, ella simplemente respondió: “Ninguno de ustedes puede tirar la primera piedra.” [5]
Fuentes
[1] Warren, L. (2006). Encyclopedia of twentieth-century photography. Nueva York: Routledge
[2] Stieglitz, A. (Ed.). (1899). Camera Notes. 3(1)
[3] Uruburu, P. (2008). American Eve. Nueva York, NY: Riverhead Books
[4] Baatz, S. (2018). The girl on the velvet swing. Nueva York, NY: Mulholland Books
[5] Turner, M. (s. f.). Photographing Stanford White, Evelyn Nesbit, undated. MSS 0149 – Gertrude Käsebier papers. University of Delaware. Recuperado de: https://udspace.udel.edu/items/ed1dfeef-fb5f-416e-bc4c-9ea4df811bf2