LA BESTIA
Para aquellos que no están familiarizados con el tema (aunque si hablan español y están leyendo esta entrada, es casi seguro que sepan de qué estoy hablando), “La Bestia” es el nombre con el cual se conoce a la red de trenes de carga que atraviesan México desde el Sur hacia el Norte, y la cual es utilizada por migrantes para llegar a Estados Unidos. Cabe aclarar que, al ser trenes de carga, no están ni equipados ni diseñados para transportar pasajeros, por lo que los migrantes los usan en condiciones de clandestinidad con los peligros que ello conlleva. Y a pesar de que los migrantes pueden usarlos sin pagar pasaje, el precio real que pueden llegar a pagar puede incluir su propia vida, debido a los retos y peligros que deben enfrentar no solo subiendo, sino bajando (ambas acciones en movimiento) e incluso tratando de mantenerse a bordo de los trenes. La rama de un árbol, un mal paso, un movimiento inesperado del vagón o incluso el dormirse pueden provocar una caída fatal.DOS PULITZER
El ensayo y foto ensayo, ganadores cada uno de un Premio Pulitzer en 2003, fueron realizados por Sonia Nazario y Don Bartletti respectivamente. Ambos llevan el nombre de “Enrique’s Journey”. Bartletti documentó durante tres meses la travesía que miles de migrantes (en su mayoría centroamericanos) hacen año con año a bordo de “La Bestia”. Y aunque no fue el primer fotógrafo en documentar este fenómeno (de hecho, sí fue el primer estadounidense en hacerlo [1]), su trabajo fue de los primeros en ganar notoriedad internacional*.*Isabel Muñoz realizó un trabajo similar, el cual expuso en nuestro país en 2011 y en otros países de Latinoamérica en años siguientes. De hecho, fue a través de esta exposición que escuché y aprendí por primera vez acerca de “La Bestia”.EL VIAJE DE ENRIQUE
La historia de Enrique, un niño/joven migrante hondureño, es contada por Nazario en su ensayo ganador y posteriormente en un libro con el mismo nombre. En esta entrada haré un brevísimo resumen de la historia y compartiré algunas de las fotografías ganadoras de Bartletti**.
**El ensayo ganador puede verse en esta página.
Lourdes vive en situación de pobreza en las afueras de Tegucigalpa, Honduras. Es la madre soltera de Belky, 7, y Enrique, 5. Su trabajo no le alcanza para darles comida y educación, por lo cual decide emigrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. La decisión se hace más difícil debido a que partirá sola, en espera de poder proveer una mejor vida a sus hijos desde la distancia. Luego de la partida de Lourdes, Enrique vive con su padre, un albañil. Dos años más adelante, la pareja del padre de Enrique lo quema con chocolate caliente, ante lo cual el padre la echa de la casa. Sin embargo, la separación no dura mucho, y luego de una reconciliación, el padre manda a Enrique a vivir con su abuela. A los 7 años, Enrique es una especie de huérfano.
Como un paréntesis, la siguiente fotografía entra visualmente en un tema que abordé en una serie de cuatro entradas comenzando con esta.
La vida con su abuela paterna transcurre en la pobreza. Ella vende ropa usada de puerta en puerta. Su casa de madera no tiene agua ni electricidad, mucho menos un baño. Lourdes envía dinero mes a mes, pero apenas alcanza para la comida. Esto obliga al propio Enrique a trabajar como vendedor ambulante de frutas y especias.
Lourdes se comunica esporádicamente por teléfono con una prima de Enrique, quien vive del otro lado de la ciudad. Esto dificulta muchísimo la comunicación entre ambos. Sin embargo, en una de las conversaciones que logran tener, Lourdes promete que pronto llevará a Enrique con ella. Su plan es arreglar su estatus migratorio para traer a sus hijos de manera legal. Más adelante, considera pagarle a un coyote para agilizar el encuentro, pero considera que es demasiado peligroso.
Entrando en la adolescencia, Enrique comienza a meterse en problemas en la escuela. También se vuelve muy rebelde y desobediente, y su abuela obliga a Lourdes a encontrarle otro hogar. Lourdes logra que su hermano Marco acepte a Enrique en su familia. Marco y Enrique se llevan muy bien, y las cosas parecen mejorar para Enrique. Sin embargo, un año después de mudarse con él, Marco es asesinado, dejando a Enrique solo de nuevo. Rechazado por la pareja de su tío, Enrique llega a vivir a la casa de su abuela materna, donde ya viven otras siete personas.
La situación se vuelve tensa debido a los hábitos nocturnos de Enrique y su problema con drogas. Con 16 años ya, Enrique hace su primer intento por llegar a Lourdes, pero es capturado y deportado. De regreso en Honduras, su problema con drogas se agudiza. De hecho, para saldar una deuda que tenía con un narcotraficante (después de que este amenazara con matar a su hermana), Enrique decide robar a sus propios tíos. Más adelante, durante un altercado en casa, Enrique agrede físicamente a una de sus tías. Durante este tiempo también se entera de que su novia María Isabel podría estar embarazada. Lidiando con la culpa, y pensando que solo su madre podía ayudarle a superar estos obstáculos, Enrique toma la decisión de llegar como sea a Estados Unidos.
En seis meses, Enrique había hecho ya seis intentos fallidos por llegar a Estados Unidos. En todos había tenido la “suerte” de haber sido capturado y deportado sin mayores incidentes.
No obstante, en el séptimo fue asaltado y vapuleado a bordo de “La Bestia” en plena noche, y en su intento por evitar ser asesinado, se lanza del tren en movimiento. Durante este incidente sufre una lesión permanente en su ojo izquierdo, producto de la paliza que recibió de los desconocidos. A pesar de la generosidad de los alcaldes de Las Anonas y San Pedro Tapantepec, quienes lo ayudan a obtener atención médica, el viaje de Enrique llegó a su fin tras pedir accidentalmente un aventón a un oficial de inmigración que se encontraba fuera de servicio.
Con mucha perseverancia, y con la experiencia de siete intentos fallidos, Enrique emprende el viaje por octava vez. Con ingenio y suerte llega a Oaxaca y Veracruz, donde es sorprendido por la generosidad de las personas, muchas de las cuales viven en pobreza. Algunos habitantes de estos estados lanzan comida y regalos a los inmigrantes que van sobre “La Bestia”.
Luego de varios golpes de suerte, incluyendo un aventón en un camión con el cual logra evadir a las autoridades, Enrique llega a Nuevo Laredo. Ahí vive en un campamento y se gana la vida lavando carros afuera de una taquería. Con sus ingresos logra llamar a Honduras para pedir a sus familiares que consigan el número de teléfono de su madre.
Finalmente logra hablar con ella, y con la ayuda de unos coyotes logra cruzar la frontera. Inicialmente pedían $1200, pero una vez en territorio estadounidense llaman a Lourdes exigiendo $500 más.
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN
Finalmente, la autora del ensayo/libro ha mantenido contacto con las familias y comenta que, debido a sus malos comportamientos, Lourdes finalmente sacó a Enrique de su casa en 2016, quien comenzó a vivir con otra mujer y quien además dejó de ver a sus dos hijos. En 2019, comenta que Enrique sigue pintando casas en Florida y que María Isabel, su ahora ex esposa, se casó con el cuñado de Lourdes. [2]Fuentes
[1] Bartletti, D. (s. f.). Enrique’s journey. Recuperado de: https://donbartlettiphotography.com/enriques-journey
[2] Nazario, S. (s. f.). Update on the family. Recuperado de: http://enriquesjourney.com/about-the-family/update-2/
La historia de Enrique, con excepción de la actualización, fue obtenida de las siguientes fuentes:
Nazario, S. (2006). Enrique’s journey. Nueva York, NY: Random House Trade Paperbacks
Nazario, S. (2014). Enrique’s journey. Nueva York, NY: Random House Trade Paperbacks