August Sander (1876-1964) fue un fotógrafo alemán cuyo trabajo ha sido uno de los más influyentes* en el desarrollo de la fotografía del siglo XX. Aunque su obra maestra jamás pudo publicarse en vida (se han publicado algunas versiones, pero todas han sido póstumas), en esta entrada conoceremos un poco acerca de ella.
*Por ejemplo, su trabajo inspiró a fotógrafos de la talla de Walker Evans y Bernd y Hilla Becher.
BREVE BIOGRAFÍA
Sander nació en el campo en 1876. Su padre disfrutaba el dibujo, algo que indudablemente tuvo influencia en la sensibilidad artística que Sander desarrollaría desde su niñez. En su adolescencia comenzó a trabajar como aprendiz en una mina, y fue acá donde obtuvo su primer contacto con la fotografía. Su jefe lo escogió para que acompañase a un fotógrafo a tomar fotografías de paisaje. A partir de esta experiencia, su familia lo apoyó para aprender este arte. Un tío rico le facilitó los medios para hacerse de una cámara y el equipo necesario para tomar y revelar fotografías, y su padre le ayudó a construir un cuarto oscuro como anexo de un establo. Incluso estando en el servicio militar, trabajó como asistente de un fotógrafo civil. Poco tiempo después estudió dibujo y pintura en Dresde, algo común en los fotógrafos de la época. Y a pesar de la experiencia que ya había acumulado hasta ahora, su aprendizaje como fotógrafo continuó como asistente de otro fotógrafo en Austria. Esta vez tuvo la oportunidad de comprarle el estudio fotográfico a su jefe, y comienza a trabajar como fotógrafo principal. No obstante, tras una epidemia de polio que infecta a Erich (uno de sus hijos), decide regresar a Alemania (Colonia, distrito de Lindenthal). Es durante esta etapa de su vida (1909-1911) cuando comienza a tomar las fotos para su proyecto “Menschen des 20. Jahrhunderts” (“Hombres del siglo XX”). [1]
Su trabajo fue interrumpido tras el estallido de la Primera Guerra Mundial. Al culminar la guerra, regresó a ejercer su profesión de fotógrafo, la cual tenía mucha demanda ya que los ciudadanos fueron obligados a obtener una fotografía de identificación, algo que obligaba a Sander a trabajar casi sin descanso. Este influjo de personas también atrajo a miembros de la comunidad artística. Estos encuentros tuvieron una influencia enorme en la visión artística de Sander, ya que a partir de ellos comenzó a experimentar con otras maneras de imprimir sus fotografías, encontrando una en la cual la fotografía se mostraba tal cual, donde cada detalle era visible y no escondía información. Es acá donde se da un cambio de un estilo que podría describirse como pictórico a uno que se adhería a los principios de la “nueva objetividad”, en la cual la fotografía era considerada como objetiva y directa y mostraba la verdad*. Estos principios son los que también consideraba importantes en su proyecto “Menschen des 20. Jahrhunderts”. [1]
*Años más tarde llegó a decir que “No hay nada que odie más que la fotografía… con trucos, poses y efectos extravagantes.” [2]
En 1927 realizó una exposición de una parte de su proyecto en Colonia. Esta exposición, a la vez, ayudó para la publicación en 1929 de “Antlitz der Zeit” (“El rostro de nuestro tiempo”), una selección de 60 retratos que también funcionaba como un avance del proyecto original. [2]
En los años siguientes, Sander y su ambicioso proyecto recibirían dos golpes durísimos. Erich, ya todo un adulto y miembro del partido comunista, visitó a Sander para solicitar su ayuda imprimiendo unos folletos. Al día siguiente la Gestapo llegó para arrestarlo**, algo que a la vez afectó el negocio fotográfico de Sander ya que los clientes tenían miedo de ser asociados con él. [3]
**Tristemente, Erich jamás recuperó su libertad y murió en prisión en 1944. [3]
El segundo golpe fue la noticia de que “Antlitz der Zeit” había sido incautado y censurado, incluyendo las placas de impresión. Estos episodios obligaron a Sander a suspender su proyecto de retratos y a dedicarse a la fotografía de paisajes y naturaleza. No obstante, la Gestapo lo visitó una segunda vez para confiscar negativos que supuestamente contenían imágenes de interés militar. [3]
Luego de estos episodios y de la Segunda Guerra Mundial, Sander prácticamente dejó de fotografiar. Y siendo casi prácticamente desconocido no solo en gran parte de Alemania sino en el resto del mundo, su trabajo comenzó a ser visto y admirado por un público más grande y numeroso a partir de su inclusión en Photokina en 1951 y en “The Family of Man”, habiendo recibido la visita del propio Edward Steichen. [3]
MENSCHEN DES 20. JAHRHUNDERTS
“Hombres del siglo XX” era el nombre del ambicioso proyecto de Sander en el cual esperaba mostrar los “tipos” de personas de todas clases y ocupaciones en la República de Weimar. Debido a factores que ya describí en su biografía, Sander no pudo culminar su proyecto a pesar de haber tomado cientos de retratos. En su visión original, el proyecto se dividiría en 7 grupos, dentro de los cuales se encontrarían 45 portafolios. [2] Esta obra contendría entre 500 y 600 fotografías. Los grupos se definían como “El agricultor”, “El artesano”, “La mujer”, “Clases y profesiones”, “Los artistas”, “La ciudad” y “El último pueblo”. Dentro del sexto grupo (“La ciudad”) se encuentra el portafolio “Prisioneros políticos”, el cual incluye fotografías tomadas por Erich durante su encarcelamiento. [4]
El proyecto inició con retratos de campesinos/agricultores porque “reconocía en ellos un elemento arquetípico, una esencia humana inconfundible. Su intención era seguir estos retratos con personas de todas las profesiones y condiciones sociales. profesiones.” Durante esta etapa tomaba su bicicleta, su equipo fotográfico, y se dirigía al campo a fotografiar. [3]
Además del aspecto sociológico que posee este concepto, Sander también lo definió como una prueba tanto del poder de expresión de la fotografía. Por un lado, afirma que es una “declaración de fe en la fotografía como lenguaje universal. Intenté llegar a una definición fisonómica del pueblo alemán de la época mediante los métodos químicos y ópticos… es decir, mediante la creación de imágenes a través del uso exclusivo de la luz.” Por otro, también menciona que “el campo en el que la fotografía tiene un poder de expresión tan grande que el lenguaje nunca podrá acercarse a él es la fisonomía.” En cuanto a este último término, lo define como comprensión de la naturaleza humana, y agrega que “las cosas que suceden tienen su apariencia o ‘rostro’. La apariencia total de un acontecimiento es su fisonomía.” [5] En este caso, “las cosas” o “un acontecimiento” se refieren a la apariencia de sus retratados. Esta aparente (o real) indiferencia o frialdad ante sus sujetos (otro aspecto que define su trabajo es que nunca los nombra, sino que los identifica únicamente según sus profesiones) es precisamente uno de los varios aspectos que influenciaron el estilo y trabajo de Weston y los Bechers. Esto también ubica su trabajo dentro del género documental (y no solo porque resulta ser un documento de la vida que observó a principios del siglo XX). Relacionado con esto, dijo: “No pretendo criticar ni describir a estas personas, sino crear un trozo de historia con mis imágenes.” [3]
Es prácticamente imposible que no existan personas que reconozcan a algunos de los retratados y nos puedan contar un poco de su historia. Por esta razón, no es extraño saber que podemos encontrar un poco más de información acerca de dos de sus fotografías más conocidas.
JUNGBAUERN
Aunque el título los identifica como jóvenes granjeros o agricultores, en realidad eran trabajadores de una mina (como Sander en su juventud). Otto Krieger (el joven de la izquierda) y August Klein (el de en medio) eran mineros “tradicionales”, mientras que Ewald Klein (primo de August) también trabajaba en la mina, pero en labores de oficina. Este último declaró que ya conocían a Sander debido a que todos en el área sabían que se dedicaba a retratar a los pobladores, y que “… siempre llegaba al bar.” [6]
Los jóvenes vivían en el pueblo de Dünesbusch, el cual no era accesible en vehículo, así que Sander tuvo que caminar varios kilómetros para encontrarse con ellos, quienes por su parte se dirigían a una fiesta en un pueblo que quedaba a unos 45 minutos a pie. [6]
La Primera Guerra Mundial inició poco tiempo después de que Sander tomara esta fotografía, y los tres fueron reclutados para pelear. Otto y August fueron asignados al mismo regimiento. Ewald fue asignado a otro lugar. De los tres, August fue el único que no sobrevivió. [6]
La fotografía ha capturado la imaginación de muchas personas, y de hecho inspiró la primera novela del escritor estadounidense Richard Powers, quien describe (de manera ficticia) el destino de los tres protagonistas.
KONDITORMEISTER
En el caso del repostero, su nuera Lili Bremer nos comparte un poco de su historia. Comenta que su nombre era Hans Bremer, y tenía su repostería en Lindenthal, casi en frente de la residencia de Sander. Su esposa operaba la caja registradora y su hijo Franz (esposo de Lili) los ayudaba a ambos. Lili comenta que Hans era un hombre tierno, pero que tristemente falleció 8 años después de que se tomó esta fotografía (en 1936). [7]
Fuentes
[1] Sander, A. (1977). August Sander. Nueva York, NY: Aperture
[2] Phillips, C. (Ed.). (2004). Photography in the modern era. European documents and critical writings, 1913-1940. Nueva York, NY: Aperture
[3] Sander, A. (1973). Men without masks: Faces of Germany; 1910 – 1938. Greenwich, CT: New York Graphic Society Ltd.
[4] Silverman, R. (2015, julio 6). Finding the Right Types in August Sander’s Germany. The New York Times. Recuperado de: https://archive.nytimes.com/lens.blogs.nytimes.com/2015/07/06/finding-the-right-types-in-august-sanders-germany/
[5] Sander, A. y Halley, A. (1978). From the Nature & Growth of Photography: Lecture 5: Photography as a Universal Language. The Massachusetts Review. 19(4): 674-679
[6] Green, J. (2021). The Anthropocene reviewed. Essays on a human-centered planet. Random House Large Print
[7] Robin, M. (1999). Les cent photos du siècle. Paris, Francia: France Loisirs