Detrás del lente está Yousuf Karsh, el retratista más importante del siglo pasado y, sin lugar a dudas, de la historia de la fotografía. Nacido en lo que hoy en día es Turquía y con nacionalidad armenia-canadiense (sobreviviente del Genocidio armenio), su carrera tomó vuelo precisamente a partir de su retrato de Winston Churchill. Esta oportunidad le abrió las puertas para retratar a los personajes más icónicos e influyentes del siglo pasado, desde políticos hasta artistas de diferentes ramas y científicos. Entre sus retratados podemos mencionar a Ansel Adams, Man Ray, Edward Steichen, Muhammad Ali, Ingrid Bergman, Albert Camus, Fidel Castro, Jacques Cousteau, Albert Einstein, la Reina Elizabeth II, Ernest Hemingway, Audrey Hepburn, el Papa Juan Pablo II, Helen Keller, John F. Kennedy, Nikita Khrushchev, Akira Kurosawa, Pablo Picasso, Igor Stravinsky, Margaret Thatcher, Pierre Elliott Trudeau (padre de Justin Trudeau, actual Primer Ministro de Canadá) y los tres astronautas de la misión Apolo Xi (Buzz Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins) entre muchos otros.En cuanto a la fotografía, Churchill se encontraba en Canadá dirigiéndose al Parlamento Canadiense cuando al final de su discurso fue llevado con Karsh para que lo retratara, algo que no esperaba y a lo cual no había accedido anteriormente. Después de aceptar a regañadientes y con mal humor, se sentó frente a la cámara, encendió un puro y comenzó a fumar. En las propias palabras de Karsh: “Me acerqué a él y, sin premeditarlo, pero con mucho respeto, le dije: “Perdóneme, señor” y le arranqué el puro de la boca. Cuando volví a mi cámara, parecía tan beligerante que podría haberme devorado. Fue en ese instante cuando tomé la fotografía. El silencio era ensordecedor. Entonces el Sr. Churchill, sonriendo benignamente, dijo: “Puede tomar otra”. Se acercó a mí, me estrechó la mano y me dijo: “usted puede hacer que incluso un león rugiente pose para ser fotografiado”
[2]. De ahí el título que el mismo Karsh le dio a la imagen que ilustra esta entrada.