Rochester (NY), fotografía y café

Tiempo de lectura: 2 minutos

La ciudad de Rochester en Nueva York posee un lugar muy especial en la historia de la fotografía. Fue acá donde George Eastman fundó en 1888 una pequeña compañía que probablemente han escuchado mencionar alguna vez (Kodak) y que dio inicio a la gran era en donde la fotografía se encontraría al alcance de todos. Fue Kodak quien impulsó esa primera ola de masificación de la fotografía similar a la que estamos viviendo hoy en día, cuando cualquier persona con un teléfono móvil posee a la vez una cámara fotográfica.

Tal vez por casualidad, tal vez por destino, en la misma ciudad nace un concepto novedoso que actualmente congrega a miles de fotógrafos enamorados de la fotografía analógica alrededor del mundo. Por el año 1995, el Dr. Scott Williams y sus estudiantes del curso “Technical Photographic Chemistry” del Rochester Institute of Technology (RIT) buscaban reveladores fotográficos no tradicionales y tuvieron la brillante idea de estudiar bebidas con cafeína debido a su composición química. En sus experimentos con película blanco y negro Tri-X (de Kodak obviamente) observaron que el café y el té poseían acción reveladora y decidieron continuar investigando hasta llegar a una fórmula que pudiera replicar los resultados de un revelador comercial. Como notaron mucha más actividad química con café instantáneo que con otras opciones, usaron a éste como base.

Continuando su búsqueda de materiales e ingredientes no tradicionales decidieron agregar bicarbonato de sodio e hidróxido de sodio, más conocido por acá como “soda cáustica”. Aunque necesitaban más refinamiento, los resultados fueron todo un éxito y no solo revelaron película sino también papel fotográfico. Aunque habían escogido dichas bebidas por la cafeína, también notaron que eran otros compuestos (ácido cafeico entre otros) los principales responsables de la acción reveladora de la mezcla. Poco a poco la información y detalles de estos experimentos despertaron el interés y entusiasmo de la comunidad fotográfica, quien con curiosidad y entusiasmo fue refinando la fórmula hasta llegar al revelador con base en café que conocemos hoy en día como “Caffenol”. La base de la receta moderna elimina completamente a la soda cáustica (una sustancia peligrosa) y sustituye al bicarbonato de sodio por carbonato de sodio. Otra adición interesante a la receta la constituye el ácido ascórbico, también conocido con el nombre extraño de “vitamina C”. Todo esto nos da un revelador que puede formularse con ingredientes que seguramente tenemos todos en casa.

Y de esta forma Rochester, en un último aire de inventiva, inspiración y talento, nos regala un proceso fotográfico más con ese espíritu de democratización con el que George Eastman cambió al mundo hace más de un siglo.

Con información de:

Williams, S. 1995. A Use for that Last Cup of Coffee: Film and Paper Development. Technical Photographic Chemistry 1995 Class. https://people.rit.edu/andpph/text-coffee.html

 

Ambas fotos: Pentax K1000, Vivitar 80-200 f/4.5, Ilford Delta 100

Una revelada con revelador Kodak HC-110 Dilución E y otra con Caffenol.

¿Cuál de las dos fotos fue revelada con Caffenol?

Pista: busca la única palabra en negrilla del artículo.

Deje un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *