Un par de años después de viajar a Estados Unidos decide dejar sus estudios y regresa a Chile. La inesperada muerte de su hermano menor motiva a sus padres a realizar un viaje familiar por Europa y el Oriente Medio [3]. De regreso en su país se aísla de su familia y comienza un viaje espiritual que continuaría hasta su muerte. En esta época (alrededor de 1952) comienza a fotografiar a niños en situación de calle en Santiago. Sus imágenes llegan a Edward Steichen, Director del Departamento de Fotografía del MoMA en Nueva York, quien compra dos de sus fotografías para el museo [1] [4]. Entre 1956 y 1959 Larraín trabaja para la revista O Cruzeiro Internacional [5], lo que lo llevó a conocer a René Burri en Brasil [1] [6], quien lo puso en contacto con Henri Cartier-Bresson. En 1958 gana una beca del British Council para fotografiar en Londres [1] y son estas fotografías, junto con las de los niños, las que motivan a Cartier-Bresson a invitarlo en 1959 a formar parte de la Agencia Magnum como asociado y a partir de 1961 como fotógrafo miembro [7]. Larraín es por tanto el primer iberoamericano en ser parte de esta agencia. Trabajando para Magnum logra fotografiar al capo de la mafia Giuseppe Russo, lo cual le da reconocimiento a nivel mundial [2].
De regreso en Chile continúa fotografiando durante algunos años, especialmente en Valparaíso, llegando eventualmente a publicar un libro con textos de Pablo Neruda [4] [8]. Larraín también ilustró con sus fotografías el libro “Una casa en la arena” de Neruda [1].
A partir de 1968 Larraín decide dedicarse por completo a la espiritualidad, el yoga y la meditación, esencialmente retirándose de la fotografía [7]. Incluso intenta destruir sus negativos, pero el gran fotógrafo Josef Koudelka rescató las fotografías al haber realizado copias de su trabajo [3].
La imagen de la entrada, tomada en Valparaíso, es una buena aproximación a lo que Larraín quería realizar con su trabajo fotográfico. Él decía que las imágenes se encuentran, llegan a uno sin necesidad de ir a buscarlas. También posee una cualidad similar al momento decisivo de Cartier-Bresson, en el cual los elementos se conjugan momentáneamente para aquellos que están listos para reconocerlos, recibirlos y capturarlos.
Fuentes
[1] Rodríguez, H. (2010). Fotógrafos en Chile 1900-1950. Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico
[2] Celdrán, H. y González, J. A. (2013, julio 4). Sergio Larraín, el fotógrafo vagabundo que lo dejó todo para “rescatar el alma”. 20 Minutos. Recuperado de: https://blogs.20minutos.es/trasdos/2013/07/04/sergio-larrain/
[3] Torres, V. (2011, julio 3). Sergio Larraín, fotógrafo. The Clinic. Recuperado de: https://www.theclinic.cl/2011/07/03/sergio-larrain-fotografo/
[4] Díaz, J. (2016, marzo 21). Disparos de inteligencia y afecto. El País. Recuperado de: https://elpais.com/cultura/2016/03/17/babelia/1458232000_553913.html
[5] Museo Nacional de Bellas Artes. (s. f.). Sergio Larraín. Recuperado de: https://www.artistasvisualeschilenos.cl/658/w3-printer-40314.html
[6] Hernández, M. (2020, julio 23). El fotógrafo místico que retrató al capo de la mafia. El Cultural. Recuperado de: https://elcultural.com/el-fotografo-mistico-que-retrato-al-capo-de-la-mafia
[7] Magnum Photos. (s. f.). Sergio Larraín. Recuperado de: https://www.magnumphotos.com/photographer/sergio-larrain/
[8] Miranda, R. (2018, marzo 27). Tras las huellas de Sergio Larraín en Valparaíso. La Tercera. Recuperado de: https://www.latercera.com/culto/2018/03/28/tras-las-huellas-sergio-larrain-en-valparaiso/