Francesc Català-Roca (1922-1998) fue un fotógrafo español cuyo trabajo es reconocido como icónico e indispensable en la fotografía española. La calidad de su obra lo llevó a convertirse en el primer fotógrafo en ser galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1982 por “su constante, aportación al desarrollo de la fotografía en España y su interés por hacer de ese medio un documento visual de valor histórico artístico.” [1] En esta entrada conoceremos parte de su excelente trabajo fotográfico.
INICIOS
Su interés por la fotografía se dio desde una temprana edad gracias a su padre, Pere Català i Pic, quien era fotógrafo vanguardista y quien enseñó a su hijo el oficio no solo a través de su propia experiencia*, sino también indirectamente por sus revistas artísticas de vanguardia en las cuales el joven Català-Roca conoció el trabajo de Man Ray y László Monoly-Nagy [2] entre otros. Su trabajo tuvo mucha influencia en él, pero no en la manera usual.
*Además de su padre, fue también asistente del fotógrafo Josep Sala. [2]
MANIPULACIÓN
De hecho, la obra de estos fotógrafos lo motivó a no realizar experimentaciones: “Ni mi padre ni Man Ray me gustaban porque manipulaban las fotos y consideraba que era una falta de pureza; mi mentalidad era ya de la misma línea que Cartier-Bresson**, pese a que no lo descubrí hasta mediados de los años cincuenta.” [3]
**Aunque suelo evitar hacer comparaciones, debo mencionar que su trabajo me recuerda mucho al de Cartier-Bresson y, especialmente, al de Robert Doisneau por la humanidad y el humor que despliega en su obra. Menciono esto porque, a mi parecer, Català-Roca debería ser tan conocido y admirado por el mundo fotográfico (especialmente anglosajón) como ellos dos. Por otro lado, del propio Cartier-Bresson dijo: “… vino a hacer fotos de toros y decía que no podía porque cuando veía el asunto, ya había pasado. Yo no tenía ni idea de corridas pero me dediqué a verlo y a entenderlo.” [4]
Siempre estuvo en contra de la manipulación, no solo de los negativos/impresiones, sino de las escenas. “…las fotografías no las hago yo, sino que las capto, ya que las imágenes están ahí. Claro que hay que estar preparado para captarlas en el momento justo.” [2]
Aunque siempre mostró su rechazo ante esto, la experiencia y madurez lo llevaron a ver la situación desde un punto de vista más equilibrado: “Tanto Bresson como yo reaccionamos casi violentamente contra la fotografía manipulada que hacían Man Ray o mi mismo padre. Luego he comprendido que en su momento debían hacerlo así, pero entonces me parecía horrible.” [5]
Al parecer tenía una actitud más flexible en cuanto a la exposición de sus fotografías, ya que le importaba poco que se destruyeran al mostrarlas. Es más, en una ocasión colocó una en el suelo (que a todas luces podría interpretarse como experimentación). Y a pesar del daño que pudiesen sufrir al exhibirse públicamente, no deseaba que se las enmarcara o estuvieran protegidas por vidrio. [6]
OTROS DATOS
Contrario a Walter Benjamin, consideraba que el valor de la fotografía yacía precisamente en su reproductibilidad casi infinita. [6]
Tenía un estilo bastante particular: “Yo veía una escena en la calle y en mi cabeza surgía la fotografía. Luego iba con mi cámara, en aquellos años una Rolleiflex, y recuperaba esa fracción de la realidad.” [5] Con respecto a este punto, su esposa dijo “Siempre decía que no podía enseñar sus mejores fotos porque las había hecho sin cámara.” [7]
Contrario a lo que la mayoría de nosotros pensamos, Català-Roca nunca se consideró un artista, sino simplemente como un “…observador por naturaleza, un observador de todo y todos.” [2]
Aunque su obra publicada es en blanco y negro, produjo bastante trabajo a color. Y contrario a muchos fotógrafos que iniciaron fotografiando en blanco y negro, Català-Roca adoptó el color sin tanta reserva. Es más, entendía que el color era el futuro: “Está terminando el siglo acromático: el siglo XX. Es la última época en la que el hombre habrá visto la realidad en blanco y negro. Hasta nuestro siglo toda la iconografía era policroma.” [8]
Además de la fotografía, también se adentró en la cinematografía. Al respecto dijo: “El cine me interesa como imagen en movimiento, como narración que se explica por sí sola, yo solo meto ruidos.” [4]
HACIA EL FUTURO
Tan solo hace tres meses (noviembre 2023), la Generalitat de Cataluña obtuvo el archivo/fondo fotográfico de Català-Roca por dos millones de euros. Esta compra incluye 167,701 negativos a color y blanco y negro, 3,109 diapositivas a color, 14,000 hojas de contacto y 2,000 copias de época. Las obras serán almacenadas en el Arxiu Nacional de Catalunya y el Museu Nacional d’Art de Catalunya*. Un dato interesante que se divulgó a partir de esta adquisición es que conocemos apenas un 15% de su obra, y se espera que con los recursos de estas instituciones se pueda digitalizar y socializar el 85% que resta. [9]
*Anteriormente la colección estaba siendo custodiada desde el 1998 por el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya. [9]
Me gusta mucho, cuando preparo este tipo de entradas, enfrentarme con el problema de querer mostrar más fotografías de las que este espacio me permite. La obra de Català-Roca está llena de verdaderas joyas, así que si les gustó lo que les mostré, háganse un favor y continúen explorando su trabajo.
Fuentes
[1] El País. (1983, diciembre 6). El premio a Català Roca y el reconocimiento a la fotografía, novedad de los galardones nacionales de Artes Plásticas. El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/1983/12/07/cultura/439599609_850215.html
[2] Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. (2003). Català-Roca. Barcelona / Madrid. Años cincuenta. Barcelona: Lunwerg Editores
[3] Serra, C. (2000, mayo 11). La fuerza de las fotografías de Català-Roca revive en la exposición que le dedica la Fundación Miró. El País. https://elpais.com/diario/2000/05/12/catalunya/958093652_850215.html
[4] García, A. (2023, enero 23). La “mirada sabia” de Català-Roca, el fotógrafo que transformó una “realidad anodina en memorable”. RTVE. Recuperado de: https://www.rtve.es/noticias/20230123/mirada-sabia-catala-roca-fotografo-transformo-realidad-anodina-memorable/2416994.shtml
[5] Harguindey, A. (2008, marzo 22). La realidad en blanco y negro. El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/2008/03/23/cultura/1206226801_850215.html
[6] Gragera, F. (2013, septiembre 20). Francesc Català-Roca: el testigo perfecto. El País. Recuperado de: https://elpais.com/cultura/2013/09/19/actualidad/1379602628_805704.html
[7] Cuíñas, T. (2010, marzo 4). Vigo exhibe 200.000 “disparos impecables” de Català-Roca. El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/2010/03/04/galicia/1267701503_850215.html
[8] Madueño, P. (2022, marzo 19). La fotografía en estado puro. La Vanguardia. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/cultura/20220319/8136395/fotografia-puro.html
[9] Sesé, T. (2023, noviembre 20). La Generalitat compra el fondo del fotógrafo Català-Roca por dos millones de euros. La Vanguardia. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/cultura/20231120/9391265/generalitat-compra-fondo-fotografo-catala-roca-dos-millones-euros.html