Desde el punto de vista técnico y hasta minimalista, las fotografías deben tener buen enfoque, composición y exposición. En fotografía con película, la exposición es la variable más difícil de controlar y es el tema de esta entrada.
Aunque existen razones científicas y muy técnicas para hacer una separación entre la medición de luz para digital y para película, la principal es práctica y lógica: en película no podemos ver los resultados de manera instantánea. La única manera en que se podía hacer una aproximación a esto era utilizando película instantánea antes de realizar las exposiciones con película. Aunque esto proporcionaba una excelente previsualización de la imagen final (la impresión, no el negativo), todavía había que tomar en cuenta las características propias de la película para no desviarse mucho de lo que la fotografía instantánea nos mostraba.
MEDICIÓN DE LUZ PARA PELÍCULA: NIVEL BÁSICO
En principio, la medición de luz para digital y para película se hace de la misma manera. Veo la escena que quiero fotografiar a través del lente, el exposímetro de la cámara (si funciona bien) me da los valores de velocidad y apertura adecuados para obtener una exposición correcta y tomo la foto con dichos valores. Dado que muchas cámaras de película no poseen exposímetro o, si lo poseen, no funciona bien, necesitamos opciones externas para poder medir la luz. Brevemente menciono algunas de ellas:
-Exposímetro de la cámara: primero, no debemos ignorar que la mayoría de cámaras de película poseen exposímetros y, si funcionan, hay que aprovecharlos. No obstante, hay que tomar en cuenta que para aquellas cámaras que usan baterías exclusivamente para hacer funcionar el exposímetro (principalmente en las cámaras mecánicas con circuitos CdS), el uso de las baterías no adecuadas provocará lecturas erróneas debido a diferencias entre voltajes y curvas de descarga entre las baterías que solían usarse originalmente (a base de mercurio) y las alternativas que existen hoy en día. Otras cámaras utilizan exposímetros que funcionan con selenio y que no necesitan fuentes extra de energía. Estas deben mantener el exposímetro a oscuras cuando no se usan ya que la luz los desgasta.
-Regla “sunny 16”: funciona únicamente en días soleados, en las horas alrededor del medio día. Lo que dice la regla es que debemos utilizar f/16 y un valor de velocidad cercano al valor del ISO que estemos usando. Por ejemplo, si mi rollo es ISO 100, utilizaría una velocidad de 1/100 (o 1/125, ya que muchas cámaras de película no poseen ese valor), o si mi rollo es ISO 400, la velocidad sería de 1/400 (o 1/500 si nuestra cámara no posee ese valor). Claro, esta regla no toma en cuenta otras condiciones de luz pero es un buen punto de partida para exponer una escena en exteriores si no tenemos un exposímetro disponible.
-Exposímetro/fotómetro de luz incidente/reflejada: estos son aparatos cuya única función es medir luz para fotografía. Explicar su uso requeriría una entrada aparte pero en resumen, el domo se apunta hacia donde queremos tomar la fotografía (para luz reflejada) o hacia nuestra fuente de luz/lente (para luz incidente) y, después de presionar un botón, obtendremos los valores de velocidad y apertura necesarios para que nuestra fotografía esté expuesta de manera correcta.
-Aplicaciones móviles: existen muchas aplicaciones para Android e iOS que transforman nuestro teléfono en un exposímetro/fotómetro manual similar al que acabamos de describir. No son la opción más precisa pero sin duda alguna nos darán valores trabajables tomando en cuenta además que la latitud* de la película suele ser bastante grande.
*La latitud de una película es la capacidad que posee para mantener detalle en las partes más claras y más oscuras de una escena. Explicado de otra manera, es su tolerancia para la sobre o subexposición.
-Cámara digital: todas las cámaras digitales de lentes intercambiables poseen un exposímetro. Las lecturas que nos dan son bastante confiables, con la ventaja de que tenemos a nuestra disposición varios modos de medición de luz que nos pueden ayudar a realizar lecturas más detalladas.
Para resumir, cualquiera de estos métodos nos dará una lectura rápida y acertada de luz en una escena cualquiera. Lo único que resta es trasladar los valores de velocidad y apertura a nuestra cámara y tomar la fotografía. Las imágenes que obtengamos usando este método serán de muy buena calidad. No obstante, si queremos tener más (o todo) el control de este proceso, necesitamos abordar el problema con otro pensamiento, otros conocimientos, otras herramientas y otros métodos. Esto lo trataremos en la siguente entrada.