En la entrada anterior hacía el argumento de que el patrimonio más importante de un fotógrafo son sus fotografías. En esta ocasión hablaré de las medidas más simples y básicas* para minimizar una pérdida total o parcial de archivos digitales. Obviamente dentro de esa categoría se incluyen a las imágenes fotográficas. También hay que entender que esto requiere de una inversión que también podría pensarse como un seguro (como el de salud o de automóvil). Las medidas no van a evitar los imprevistos, pero nos van a dar tranquilidad y ciertas garantías de que podemos recuperar nuestra información dependiendo de la severidad del accidente.
*Hago énfasis en simple y básico. Las soluciones más robustas requieren no solo el uso de varios programas especializados, sino también de varios sistemas operativos, edición de archivos de configuración, configuración de redes y otros aspectos avanzados (sin mencionar los altos costos). Quienes sepan de “backups” y almacenaje pensarán que algunas de las recomendaciones que haré no son las ideales. Sin embargo, el propósito es incentivar a quienes todavía no tengan un sistema establecido a realizar lo básico con un mínimo gasto para comenzar a cuidar sus archivos digitales.
MÁS ALLÁ DE LA CÁMARA Y LENTES
Uno de los gastos que no tomamos en cuenta en la fotografía es el de los dispositivos y accesorios que nos permitirán trabajar las imágenes digitales. La fotografía digital no es solo una cámara y lentes, sino también el hardware para darnos la capacidad de observar, editar, realizar posproducción (edición y posproducción son procesos distintos) y, de manera muy importante, almacenar las imágenes digitales. Para ello, una de las inversiones más importantes que debemos hacer como fotógrafos debe ir encaminada hacia el almacenaje de nuestros archivos digitales (discos duros internos y/o externos principalmente). Muchos intuyen que la fotografía no es una afición barata, pero jamás toman en cuenta estos otros aspectos. Quienes nos dedicamos a la educación fotográfica deberíamos hacer más énfasis en ello para orientar adecuadamente a los futuros fotógrafos.
CATALOGACIÓN
Aun si tenemos la mejor estrategia de “backups” con recursos y conocimientos ilimitados, nuestro trabajo de encontrar archivos específicos se puede volver difícil y hasta imposible si no tenemos un método adecuado para nombrarlos. Por ejemplo, si queremos encontrar la fotografía que tomamos en “aquel lugar”, jamás la encontraremos si no recordamos la fecha o incluimos el nombre del lugar u otras palabras clave en los metadatos de la fotografía. Una fotografía que no podemos encontrar es como una fotografía borrada. Por lo tanto, una buena estrategia de “backup” comienza con buenas prácticas de catalogación y nombramiento de archivos digitales.
¿QUÉ ES UN “BACKUP”?
He observado que existe confusión con respecto al término “backup” (en mi experiencia personal más usado que la traducción al español “copia de seguridad”). Mucha gente piensa que se trata simplemente de transferir un conjunto de archivos a un disco duro externo. Por definición, una copia de seguridad es precisamente eso: una copia. No se puede hablar de “backups” si el conjunto de información no existe en al menos dos lugares distintos. Por lo tanto, lo mínimo (pero no lo más recomendado) es tener un conjunto de archivos en nuestra computadora y una copia (un “backup” de verdad) en otro disco duro. Un paso extra (no necesario, pero sí muy útil) sería tener nuestro conjunto de archivos en la computadora y dos copias en dos discos duros. El objetivo de tener una o más copias es minimizar la probabilidad de que dos o más discos duros tengan un fallo al mismo tiempo para así tener la posibilidad de rescatar hasta el 100% de la información en caso de un accidente.
LA ESTRATEGIA MÁS RECOMENDADA
Aun teniendo dos o tres copias de nuestros archivos hay eventos y circunstancias que pueden provocar la pérdida de información (catástrofes naturales, robos, error humano, corrupción casi espontánea de datos, virus, malware y ransomware entre otros). La manera más sencilla de evitar todo esto es seguir la regla 3-2-1: 3 copias, en 2 soportes distintos, con 1 de ellas fuera de sitio.
EL 3
Deberíamos mantener al menos tres copias de nuestros archivos importantes. Como mencioné anteriormente, entre más copias tengamos, menor será la probabilidad de perder información.
El 2
Debemos guardar nuestra información en al menos dos soportes distintos. Existen varios medios físicos en los cuales podemos guardar información. El primero que tal vez nos viene a la mente es el disco duro. No obstante, con él también tenemos diferentes categorías. Podemos tener internos o externos. Y en términos de tecnología, podemos tener uno “normal” (HDD con partes movibles) o uno de estado sólido (SSD sin partes movibles). Otros medios físicos incluyen métodos ópticos (CDs, DVDs, Blu-rays) y cintas magnéticas (aunque pareciera tecnología de los 70 y 80, aún son utilizados hoy en día). Aunque muchos incluyen a “la nube” como otro medio diferente, la realidad es que la información no deja de estar guardada en discos duros (HDD seguramente). Pero como estos datos están protegidos a través de sistemas RAID, la probabilidad de perderlos es muy baja.
DISCOS DUROS
La manera más barata de guardar información es con discos duros HDD. Si trabajamos principalmente con laptops, nuestra única opción para copias extra es con discos duros externos. Si trabajamos principalmente con computadoras de escritorio, podemos tener la capacidad de trabajar con varios discos duros internos. Independientemente de si sean externos o internos, la recomendación es usar al menos dos soportes diferentes. Podría ser un disco duro HDD y uno SSD. Si no podemos mezclar, lo más cercano a tener dos soportes distintos sería comprar dos HDD o SSD pero de distintas marcas. Esto minimiza la posibilidad de perder información en caso de que una marca, modelo o lote salgan defectuosos. Ojo, que estamos hablando de discos duros diferentes. El tener una o dos copias en una o varias particiones diferentes de un mismo disco duro no equivale a tener dos o más discos duros.
MÉTODOS ÓPTICOS
Estos medios tienen dos grandes desventajas: 1) limitada capacidad y 2) son parte de tecnología que está cayendo en desuso. Hoy en día la mayoría de computadoras (laptops o de escritorio) ya ni siquiera poseen lectores de medios ópticos (es fácil conseguir lectores y grabadores externos). Pero si la información que queremos cuidar no es muy grande, estos medios son excelentes para guardar copias.
CINTAS MAGNÉTICAS
Estas cintas son uno de los medios con más longevidad y seguridad que existen. Las cintas en sí son baratas pero el hardware necesario para leer y guardar la información es prohibitivamente caro.
El 1
Una de nuestras copias debería estar alojada fuera de sitio. Para ello tenemos dos opciones: 1) la nube o 2) la oficina o lugar de trabajo, casa de nuestros padres, casa de nuestros amigos.
LA NUBE
Dependiendo de la cantidad de información que tengamos, la nube puede ser una buena opción. Si tenemos poca información importante, una cuenta básica de Dropbox, Google Drive o OneDrive podría ser suficiente para hacer una copia. Sin embargo, como fotógrafos es probable que tengamos cientos de gigabytes o incluso varios terabytes de información y con una cantidad así nos enfrentamos a otras dos dificultades con la nube: 1) tenemos que contratar servicios y 2) es demasiada información para subir por internet. Con los servicios nos estamos comprometiendo casi de por vida a pagarle a una empresa para cuidar nuestra información ya que en el momento en que dejamos de pagar perdemos nuestra información. Con una cantidad grande de archivos la subida puede durar semanas, meses o incluso años dependiendo de la cantidad de información que queremos cuidar. Por lo tanto, soy de los que no recomienda usar estos servicios a menos de que sean gratuitos y la información que queremos copiar no supere la cuota de espacio que nos ofrecen.
OFICINA, LUGAR DE TRABAJO, OTRAS CASAS
Para evitar los inconvenientes de la nube la recomendación es llevar una copia a un lugar de confianza con gente de confianza. Si en nuestra oficina o lugar de trabajo tenemos asignado un lugar al cual solo nosotros tenemos acceso, ese sería un sitio idóneo para guardar una copia. Si conocemos gente de confianza (amigos, familiares) a quienes vemos seguido o a quienes podemos visitar de manera periódica y fácil, sus casas pueden ser otro sitio donde podemos guardar una copia de nuestra información.
Una de las desventajas de los métodos ya mencionados es que el proceso debe hacerse manualmente. Nosotros decidimos cada cuánto hacemos las copias, cómo y hacia dónde las hacemos, cuándo las llevamos fuera de sitio, etc. Todos estos procesos se pueden automatizar hasta cierto punto, pero esta es una guía básica.
Espero que esta entrada motive a quienes no tienen copias de sus datos a hacerlo. Es una parte integral de nuestro proceso. Tener un sistema (por mínimo que sea) de copias de seguridad es tan indispensable como la batería y memoria de nuestra cámara digital.