Las mujeres de X’oyep (1998)

LA FOTOGRAFÍA

El 22 de diciembre de 1997, un grupo de paramilitares irrumpe en el municipio de Chenalhó en Los Altos de Chiapas y, durante varias horas y a unos pocos cientos de metros de una estación de policía, masacra a los aldeanos, muchos de los cuales se encontraban rezando en una iglesia. En total fallecen 45 personas, de las cuales 21 eran mujeres, 9 eran hombres y 15 eran niños. También se reportaron unas 20 personas heridas [3]. Esta tragedia se llegaría a conocer como la matanza de Acteal. Como consecuencia, comenzaría no solo un considerable incremento en la presencia de fuerzas militares en el área, sino también una cobertura noticiosa nacional e internacional. Es a partir de este punto que Valtierra, trabajando para el periódico La Jornada, viaja a Chiapas para cubrir los hechos [4].

Después de la matanza de Acteal, muchas personas huyeron hacia la comunidad de X’oyep, que en su momento se convirtió en uno de los campos de refugiados más importantes del Estado de Chiapas. El 3 de enero de 1998, un batallón del ejército ocupó un ojo de agua cerca de la comunidad. Esto motivó una movilización para intentar la expulsión de los militares de la zona. Fue durante este encuentro entre soldados y aldeanos/refugiados, que duró unas 4 horas, que Valtierra tomó la imagen de esta entrada [4].

Al igual que muchas imágenes icónicas, esta no requiere explicaciones para entender y sentir su poder. Por un breve momento vemos una relación de poder que da un giro de 180 grados donde la fuerza muestra miedo y vulnerabilidad y el oprimido intimida al opresor. Es el documento de una fracción de segundo triunfante entre otro millón de derrotas.