George Bernard Shaw (1856-1950; aunque prefería omitir su primer nombre) está íntimamente ligado y asociado (como es de esperarse), a la escritura, siendo uno de los escritores más influyentes y prolíficos* de la historia. Se inició como crítico de música y de teatro, para luego encontrar fama y admiración como dramaturgo. Su trabajo le valió el Premio Nobel de Literatura en 1925**, consolidando así su lugar entre los más grandes escritores en la historia. Pero al hablar de él en este blog, podemos intuir que, en vez de hablar de sus numerosas obras, hablaremos de sus vínculos con la fotografía. Así que iniciemos.
*Otros de los adjetivos usados para describirlo están: obstinado, ególatra, opinante, contestatario y polémico/controversial. De hecho, aunque no lo parezca, tuve que contenerme en esta entrada para no escribir las numerosas citas e ideas interesantes y relevantes que escribió y expresó.
**Con respecto a los Premios Nobel dijo: “Puedo perdonar a Nobel por inventar la dinamita, pero sólo un demonio con forma humana podría haber inventado el Premio Nobel.” [1] En otra ocasión, dijo que “El Premio Nobel ha sido una horrible calamidad para mí… Fue realmente casi tan malo como mi cumpleaños número 70.” [2] Otro premio “importante” y conocido que recibió fue el Premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (Premio Óscar) al mejor guión en 1939 por “Pygmalion”. Al típico estilo shaviano (la palabra “shavian” se utiliza en inglés para referirse a él y a sus ideas), tenía desdén por Hollywood, diciendo: “Nuestra línea publicitaria [para Pygmalion] debería ser un insulto a Hollywood en toda regla. Una película británica hecha con métodos británicos, sin interferencias de guionistas americanos, sin diálogos espurios, sino con cada palabra del autor, una revolución en la presentación de drama en una película. En resumen, un über Alles anglosajón.” [3] Erróneamente, muchas publicaciones atribuyen esta cita a su respuesta ante el recibimiento del Premio Óscar. No obstante, esto lo dijo un año antes de recibirlo. Por cierto, él y Bob Dylan han sido los únicos en recibir tanto un Óscar como un Nobel.
EL CRÍTICO
Como mencioné brevemente en su pequeña reseña biográfica, Shaw se inició como crítico, y este interés por el arte lo llevó a hablar específicamente de la fotografía no solo como crítico y escritor inicialmente, sino también como fotógrafo más adelante.
Aunque no es una reseña crítica per se, su novela “An Unsocial Socialist” (1883) expresa muchas ideas acerca de la fotografía, y cómo ésta puede ser utilizada como un catalizador de cambios sociales (algo que fotógrafos como Jacob Riis y Lewis Hine lograrían). En 1887, escribe su primera reseña de una exhibición fotográfica para “The World”. En 1900, dos años después de iniciarse en la fotografía pero ya como practicante, inicia un período de casi diez años en el cual escribe la mayoría de los ensayos sobre fotografía que publicó. A partir de 1909, su interés por escribir acerca del arte prácticamente desvaneció. [4]
En una opinión escrita en 1901 y que en retrospectiva parece demasiado obvia (pero que en su momento resultó ser profética), dijo: “Algún día la cámara hará el trabajo de Velázquez y Pieter de Hooghe, con color y todo… el noventa y nueve por ciento de nuestra producción anual de arte, [pertenece] a partir de ahora a la fotografía”. [4]
En una de tantas muestras de su particular ego y/o sentido del humor, hablando de dos retratos que le hicieran Frederick Evans y Furley Lewis, dijo: “Compárelos con el mejor trabajo con lápiz, crayón, pincel o punta de plata que pueda encontrar – con los mejores dibujos [de la corte de] Tudor de Holbein, con la Saskia de Rembrandt, con el Almirante de Velázquez, con lo que usted quiera. Si no puede ver que el viejo juego se ha acabado, que la cámara ha vencido irremediablemente al lápiz y al pincel como instrumento de representación artística, nunca será un verdadero crítico.” [4]
En otra muestra de su humor autodespectivo, ofrece sus ideas acerca de la fotografía de desnudos***, opinando que: “La cámara puede representar la carne de forma tan soberbia que, si me atreviera, nunca fotografiaría una figura sin pedirle que se quitara la ropa. Me deleito en la humanidad tal como la hace la naturaleza, y tengo tan poco interés en las meras prendas de vestir que mi sastre, aunque es un artista irreprochable, definitivamente ha tenido que cambiar su nombre para evitar el descrédito público de mi insensible abuso de sus obras maestras.” [4]
***Incluso tenía opiniones acerca del uso de la palabra “desnudo” para referirse a este tipo de fotografía. Dijo: “…los artistas ingleses utilizan el término Life Study, que es más preciso desde el punto de vista descriptivo y, además, tiene mejor gramática.” [4]
SU FAMOSA FRASE
Shaw tiene una frase que es muy conocida por muchos fotógrafos y que es sacada de su contexto original (yo mismo he sido culpable de esto), aplicándola a aquel fotógrafo que toma muchísimas fotografías en espera de que tan solo una de ellas sea buena. Aunque ciertamente puede aplicarse a ellos, originalmente se refiere a algo completamente distinto. Muchos de ustedes la reconocerán: “Los negativos técnicamente buenos son más a menudo el resultado de la supervivencia del más apto que de una creación especial: el fotógrafo es como un bacalao, que produce un millón de huevos para que uno alcance la madurez**** (énfasis mío).” Es decir, el mero hecho de tomar o construir una fotografía con rigor técnico y conceptual no garantiza su éxito. La frase se originó en un ensayo sobre el trabajo de Alvin Langdon Coburn. [4] [5]
****Aunque en principio parece (y de hecho es) una crítica dirigida a los fotógrafos tanto aficionados como profesionales, Shaw admitió que surgió de su experiencia personal como fotógrafo. [5]
La próxima semana continuaré mostrando algunas de las opiniones que tenía sobre otros fotógrafos, y finalmente conoceremos su trabajo como fotógrafo.
Fuentes
[1] Seyne, A. (1934). The story of the Nobel Prize winners in Literature. Allahabad, India: The Crown Press
[2] Holroyd, M. (1997). Bernard Shaw: The One-Volume Definitive Edition. Londres, Inglaterra: Chatto & Windus
[3] Dukore, B. (Ed.). (1996). Bernard Shaw and Gabriel Pascal. Toronto, Canadá: University of Toronto Press
[4] Jay, B. y Moore, M. (Eds.). (1989). Bernard Shaw on photography: Essays and photographs. Londres, Inglaterra: Equation
[5] Gernsheim, H. (1962). Creative photography. Aesthetic trends 1839-1960. Nueva York, NY: Bonanza Books