En este blog he presentado el trabajo de varios escritores que, en mayor o menos medida, usaron la fotografía como medio de documentación, expresión o ambos. En esta ocasión, presento al que tal vez ha tenido más éxito en su faceta como fotógrafo.
Allen Ginsberg (1926-1997) fue un escritor, poeta y, como veremos hoy, fotógrafo estadounidense mejor conocido por su poema “Howl” y por ser uno de los líderes de lo que llegó a llamarse la “generación beat”. Aunque todos lo conocemos o reconocemos por su escritura, en realidad la fotografía formó una parte integral de su vida como artista y como persona.
INICIOS EN LA FOTOGRAFÍA
Ginsberg recuerda que de niño tenía una cámara de caja y que de adolescente la usaba para tomar fotografías de su madre, quien estaba internada en un hospital psiquiátrico. Entre 1945-47 también estuvo activo tomando fotografías de sus amigos, entre los cuales figuraban William Burroughs y Jack Kerouac. [1] Sin embargo, se adentró en la fotografía de una manera más apasionada después de comprarse una Kodak Retina barata en una casa de empeños cerca de 1953. Durante casi una década fotografió casi obsesivamente* lo que sucedía en su vida: sus experiencias, sus amigos, sus viajes. Después de esto, se olvidaría de la fotografía hasta su regreso veinte años después.
*Aunque el siguiente dato incluye su segunda etapa como fotógrafo, en una entrevista realizada a finales de los 80 comenta que tenía unos 20,000 negativos en su archivo. [2]
VÍNCULO CON BERENICE ABBOTT
Ginsberg se relacionó con numerosos artistas de distintas disciplinas, y dentro de la fotografía se ayudó e inspiró de dos de los más grandes fotógrafos del siglo XX. Por un lado está Berenice Abbott, a quien originalmente quiso conocer simplemente por ser amiga de sus amigos escritores. [2]Abbott era una de las personas hacia las cuales Ginsberg se avocaba cuando necesitaba consejos acerca de fotografía. En una ocasión, Ginsberg quiso tomarle un retrato, ante lo cual Abbott exclamó: “¡Oh, no seas un ‘shutterbug’!”** Seguidamente le aconsejó: “Lo siento. Si vas a hacerme una foto, aléjate un poco. No quieres acercarte demasiado, porque si no se me abultará la frente o la mejilla y quedará todo desproporcionado. Deja un poco de espacio alrededor del sujeto, para que veas dónde está y cuál es el contexto.” [1]
** Fotógrafo informal, demasiado entusiasta, que toma muchas fotografías
En otra ocasión, Ginsberg le envía una carta después haberla visitado, en la cual le indica que una de las cosas que aprendió de ella fue “… la noción específica de [usar un] gran negativo para obtener el máximo detalle en una perspectiva panorámica”, un concepto que de hecho aplicó en su propia escritura. [3]
VÍNCULO CON ROBERT FRANK
Ginsberg desarrolló una amistad muy cercana con Robert Frank, quien de hecho fue uno de los catalizadores más importantes para el inicio de su segunda etapa como fotógrafo. Se conocieron a través de Jack Kerouac, quien además de ser un cercano amigo de Ginsberg, fue quien escribió la introducción a “Los Americanos”, uno de los libros fotográficos más influyentes en la historia de la fotografía.En los 80, Frank introdujo a Ginsberg a sus impresores (Brian Graham y Sid Kaplan) con la idea de que pudiese imprimir los negativos que había tomado durante la década de los 50-60. Para ello, contrató a alguien para que buscara y catalogara sus negativos. Ginsberg se adentró tanto en esta tarea que comenzó a fotografiar de nuevo. [2]
Aparte de recibir sus consejos sobre fotografía (Ginsberg decía que dependía mucho de él y que llegó a venerarlo debido a su amplio conocimiento), su relación con Frank también fue colaborativa. En cierto punto idearon el proyecto de llevar su poema “Kaddish” al cine (algo que finalmente no se concretó). En otro proyecto que sí se realizó, Ginsberg apareció en la película “Pull my Daisy” (1959), escrita y narrada por Kerouac y dirigida por Frank. [4]
Ginsberg y Frank también colaboraron juntos como catedráticos e instructores, impartiendo el curso “Poética fotográfica” en la Escuela Cámara Obscura en Tel Aviv en 1988. [1]
ESCRITURA Y FOTOGRAFÍA
Y como era de esperarse, Ginsberg veía una relación estrecha entre la escritura y la fotografía: “En cierto sentido, escribir poemas y fotografiar han sido dos actividades discretas pero muy relacionadas. Lo que enseño a mis estudiantes de poesía en términos de poética instantánea también podría ser útil a estudiantes de fotografía.” [5] También comentó que “… la similitud entre fotografiar y estudiar viene del mismo lugar creativo, de prestar atención al momento y espacio…” [6]
EL GINSBERG FOTÓGRAFO
Su primera etapa como fotógrafo (iniciada alrededor de 1953) generó miles de imágenes, las cuales poco a poco fueron apareciendo en libros de, y acerca de, sus amigos escritores. De hecho, en 1970 ya había un libro ilustrado con sus fotografías. [6] Esta etapa, como mencioné anteriormente, duró más o menos una década, después de la cual dejó de fotografiar después de haber perdido su cámara. [7]
En su segunda etapa como fotógrafo (iniciada a mediados de los 80), este arte tomó una importancia enorme en su vida por varias razones. Por un lado, se podría decir que se volvió parte de su propia identidad, ya que siempre se le veía con una cámara (incluso se le conoció por fotografiar a amigos y personas cercanas en el lecho de sus muertes, algo que generaba bromas por muy mórbido que se escuche) [6]: “Llevo una cámara donde antes llevaba un cuaderno. Ahora escribo cada vez menos… en su lugar, dibujo y observo con la cámara. [La fotografía] Empieza a desplazar un poco a la escritura, aunque no a la poesía…” [5] En otro comentario similar, explica que “Siempre llevo la Olympus, como siempre llevo un cuaderno. Llevo un cuaderno para escribir pequeñas cosas, haikus, descripciones. Y generalmente llevo mi Olympus y un rollo extra de película. No llevo la Rolleiflex a menos que realmente quiera hacer una foto.” [1]
Aunque se enfocó más en fotografiar, también aprendió acerca de procesos de cuarto oscuro, ya que comenta que Kaplan vivía cerca de él, y llegaba a su casa a preguntar acerca de procesos de impresión. [1] También hacía recortes en el cuarto oscuro, resaltaba los detalles en las sombras, comprendía el “dodge” y “burn” y aprendió también a re-revelar negativos para extraer más información de ellos. [7]
Además de su pasión y obsesión por ella, la fotografía también se volvió una fuente de ingresos, ya que comenzaba a haber mucha demanda por sus impresiones. Esto, a la vez, impulsó un profundo interés por mostrar su trabajo en galerías y exposiciones alrededor del mundo. [6]
Dentro las de las cámaras que Ginsberg llegó a usar están la Olympus XA, una Ricoh, al menos dos modelos distintos de Leica (incluyendo la C3) y una Rolleiflex. [1]
Y a pesar de toda su experiencia, Ginsberg no se veía a sí mismo como un fotógrafo en toda regla, algo que siempre expresó con humildad y a veces hasta con cierto sentido de culpa. Había tomado fotografías, decía, por la misma razón que registraba sus pensamientos y observaciones en sus diarios. [6] Es decir, consideraba a sus fotografías más como bocetos o registros informales que como una manera estructurada de expresión artística. En otra entrevista comenta que “Está un poco mal [fotografiar más que escribir], sin duda, porque no soy tan buen fotógrafo como escritor y debería dedicarme a mi oficio original, pero, como dice Robert Frank, la fotografía es un arte para perezosos, y tiene razón.” [5] En otra entrevista, continúa casi donde termina la última: “Si te estableces en un campo, es posible que la gente te tome en serio en otro. Quizá demasiado en serio. Conozco a muchos grandes fotógrafos que son mucho mejores que yo y que no tienen un tomo de lujo ilustrado como el mío***. Tengo suerte.” [1]
*** Probablemente se refería a su libro “Allen Ginsberg Photographs” (1990)
EXPOSICIONES Y COLECCIONES
Tanto en vida como en muerte, Ginsberg ha participado en muchísimas exposiciones. La primera (y más importante, ya que fue instrumental en su regreso a la fotografía) fue la realizada en 1985 en la galería Holly Solomon en Manhattan, intitulada “Hideous Human Angels” y organizada por el curado Raymomd Foye. [6] También presentó sus fotografías en exposiciones en Dinamarca, Tokio (galería Watari) y el Museo de Arte de Dallas. [2]
Por otro lado, su trabajo fotográfico fue adquirido por los dos museos más importantes en NY: el MoMA y el MET. [6] Y gran parte de su legado fotográfico está en manos de la Universidad de Stanford.
Otras exposiciones (información de [8]):
1985
“Memory Gardens”, galería Middendorf en Washington
Otras exposiciones en Los Ángeles, Chicago, Austria, Polonia y Alemania
1990
Exposición en tiendas FNAC en Francia junto a fotógrafos como Henri Cartier-Bresson, Man Ray y Berenice Abbott
1995
Muestra durante la Bienal de Venecia (aunque no me queda claro que haya sido específicamente en la bienal, no pude corroborar esta información)
1995-1996
Praga y Milán
Fuentes
[1] Gladysz, T. (1991). An Interview with Allen Ginsberg. Recuperado de: https://web.archive.org/web/20050305224413/https://www.pandorasbox.com/archive/ginsberg_interview.html
[2] McGee, L. (2004). Allen Ginsberg interviewed by Lynn McGee. Columbia: A Journal of Literature and Art. 40:81-92
[3] Ginsberg, A., y Morgan, B. (2008). The letters of Allen Ginsberg. Londres, Inglaterra: Da Capo Press
[4] Kerouac, J., y Ginsberg, A. (2010). Jack Kerouac and Allen Ginsberg: The letters (B. Morgan & D. Stanford, Eds.). Nueva York, NY: Viking Books
[5] LensCulture (s. f.). Beat Memories. Recuperado de: https://www.lensculture.com/articles/allen-ginsberg-beat-memories
[6] Schumacher, M. (2016). Dharma lion: A biography of Allen Ginsberg. Mineápolis, Minesota: University of Minnesota Press
[7] Shoesmith, J. (2018, julio 30). Raymond Foye on Allen Ginsberg’s Photography – Part 2. Recuperado de: https://allenginsberg.org/2018/07/t-j-31/
[8] Finbow, S. (2012). Allen Ginsberg. Londres, Inglaterra: Reaktion Books